BUSCARLE PARA HALLARLE




Introducción

Los hijos de Dios estamos llamados a disfrutar de la herencia eterna que nuestro Padre Celestial ha preparado para aquellos que le buscan. Sin embargo, no podemos olvidar que, para disfrutar de la herencia, hay que cumplir unos requisitos importantes que nos permitan disfrutar de la calidad de hijos y herederos por el Espíritu de adopción. En la Palabra de Dios encontramos un ejemplo claro de un hombre de disfruto de la paternidad de Dios y el Espíritu del Hijo. Miraremos a continuación:

Características de Daniel (Daniel 10:1-12)

1. Estaba en comunión con Dios: Daniel aprendió a desarrollar una vida dinámica y permanente en la Presencia de Dios. Cultivaba tiempos a solas para estar con su Padre Dios y poder recibir de Él, la respuesta a sus necesidades, la paz para su alma y la prosperidad en todo lo que hacía y tenía

2. Varón muy amado:
El ángel Gabriel cuando se acerca le dice “muy amados” pues era la fama que Daniel tenía en el cielo, producto de vivir íntegramente y obedecer a Dios en todo lo que hacía. Qué bueno este año poder cultivar una vida que agrade tanto a nuestro Padre Dios que seamos reconocidos en el cielo como hijos amados.


3. Se mantuvo de pie ante la vida: Se fortalece en Dios y en sus promesas. No se deja llevar por su realidad, sino que echa mano de las verdades de Dios sobre su vida. Por eso se mantiene en pie frente a las adversidades. Tiene claro que no es su entorno quien determina su calidad de vida sino Dios y sus promesas.


4. Su oración era efectiva:
Desde el primer día que oro, Dios escucho su oración, porque lo hacía con un corazón humilde y rendido a Dios. Porque era sincero y dejaba toda carga y necesidad delante de Él. Cuando conquistamos el corazón de Dios viviendo en santidad y obediencia, no tarda en darnos respuesta.

5. Dispuso su corazón a entender a Dios y humillarse:
La palabra disponer significa “Poner todos los recursos necesarios para lograr lo que se propone”. No basta con un simple anhelo de entender a Dios sino poner todos mis sentidos y mis fuerzas en hacer su voluntad agradable y perfecta

6. Dios escuchó sus palabras:
Que interesante saber que cuando un hombre como Daniel abría su boca, llamaba de manera inmediata la atención de Dios. Es necesario que provoquemos esto en nuestro Padre Dios con una vida de obediencia total a sus principios.

7. Dios envió ayuda:
Que maravillosa promesa, de saber que cuando los hijos de Dios estamos en medio del peligro o la dificultad, nuestro Padre Dios se detiene para enviar de su ayuda supliendo todo lo que falte conforme a sus riquezas en gloria. Nuestra mayor seguridad, es que cultivando una vida de entrega, humildad, santidad y obediencia a las instrucciones de Dios, podremos disfrutar de un genuino acompañamiento permanente de Dios que nos llevará a obtener la victoria en todo cuanto emprendamos.


Aplicación Teoterápica

La clave para disfrutar de esta maravillosa herencia en Dios, está en la calidad de vida que logremos cultivar como sus hijos. Dios anhela bendecirnos y sanarnos, solo tenemos que dejar que Él forme en medio de nosotros un corazón puro y sincero, que conmueva el corazón de Dios y motive su mano a bendecirnos y enviar su ayuda cuando lo necesitemos. Es tiempo de disponer el corazón y en este ayuno dejar que la Presencia de Dios por su Espíritu Santo, transforme nuestro ser y nos haga nuevos y nuevas











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