se basa en un sistema capitalista moderno implantado en un país joven y se caracteriza por un sector público relativamente importante y un sector de alta tecnología
en rápido crecimiento. Las empresas israelíes, principalmente en los
sectores citados, son muy apreciadas en los mercados financieros
mundiales: Israel es el segundo país en número de empresas que cotizan
en el Nasdaq.
Israel es pobre en recursos naturales, por lo que depende de la importación de petróleo y carbón, alimentos, diamantes en bruto y equipamiento militar (casi todo proporcionado por EE. UU., sobre todo divisas y armas). El PIB (la paridad de poder adquisitivo) en 2005 alcanzó los 155.000 millones de dólares, alrededor de 25.000 dólares per cápita, una renta comparable a la de países europeos occidentales como Grecia y España
Israel ha desarrollado un gran número de industrias de alta
tecnología como equipamiento electrónico y biomédico, procesamiento de
minerales, cortado y pulido de diamantes, manufactura de productos
sintéticos y de armamento. En 1998, la revista Newsweek situó a Tel Aviv entre las diez ciudades más influyentes del mundo en el ámbito tecnológico.
Sector primario
De este sector, destacan los frutales (naranjas, manzanas, uvas, limones y la mayoria de citricos...), trigo y patatas.Minería e industria
De este sector destacan los sectores petroquímicas, químicos y textil. Así como también la explotación de minas.Alta tecnología
Cuando se creó el Estado de Israel en 1948 el rubro más importante de la exportación era la agricultura con muy poco desarrollo industrial; en el año 2005 la situación era la inversa. En los últimos años se han creados muchas industrias en Israel, entre ellas las más importantes son la electrónica, la farmacología, la computación y la electro-óptica. Varias firmas extranjeras se establecieron en el país como Intel entre otras. La industria aeronáutica y espacial es digna de mención por su gran desarrollo, habiéndose construido satélites y cohetes de lanzamiento de los mismos. En Israel existen instituciones de investigación en colaboración con la industria como el Instituto Weizmann y el Instituto de Tecnología Israelí, el Technion.En Israel no existe tradición tecnológica por tratarse de un país muy joven. Desde el momento de su creación recibió una gran cantidad de inmigrantes, casi sin experiencia técnica. Esto tuvo como consecuencia un atraso en la materia, la educación técnica no tiene las características de los países desarrollados, se da mucha importancia a las llamadas altas tecnologías, y no se presta la debida atención a las técnicas primarias, faltando mano de obra especializada, aunque la industria privada hace mucho esfuerzo para mejorarla. Las universidades tienen un buen nivel, realizan una selección muy exigente del alumnado y además este nivel de educación es caro.
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