FIESTA YOM KIPUR o El PERDON



EL DÍA DE LA EXPIACIÓN (DÍA DEL PERDÓN - YOMKIPUR) (Levítico 23:26-32)

                             


"El perdón es la fragancia de la violeta que se adhiere tenaz al talón que la pisa" - George Roemisch -.


Las fiestas son convocatorias de Dios a su pueblo, para que en ocasiones especiales, ellos se regocijen delante de El. La fiesta del Yomkipur se celebra el de 10 de Tisri (Séptimo mes calendario hebreo), y en éste año se celebra el 26 de Septiembre, aunque en realidad se inicia el 17 de Septiembre con la fiesta de Roshhashana. (10 días del perdón).

En Roshhashanah Dios ha juzgado y a escrito sus nombres en el Libro de la vida, pero les ha dado diez días de perdón.

1. ASPECTO HISTÓRICO

¿Cómo se celebra?. En la época del templo, se sacrificaban animales a favor del pueblo. El sacerdote imponía las manos, simbolizando que el animal cargaba los pecados del pueblo.

En la actualidad se celebra con riguroso ayuno, haciendo confesión, arrepentimiento, haciendo buenas acciones para expiar los pecados y buscando en todo esto la unidad del alma con Dios.

2. ASPECTO DOCTRINAL

En el Antiguo Testamento la propiciación por los pecados se hacía, sacrificando víctimas y rociando la sangre sobre la tapa del tabernáculo (propiciatorio), de ésta manera Dios ya no veía las tablas rotas de la ley, sino la sangre que cubría el pecado. (Esta sangre solo cubría).

En el Nuevo testamento, Jesucristo es nuestra propiciación, quien vino, no a cubrir nuestros pecados, sino a quitarlos. (I Juan 2:2). Conmemorar la Fiesta del Perdón es recordar el reencuentro con Cristo: Co-crucificados, Co-sepultados, Co-resucitados.(I Pedro 2:24)

3. ASPECTO TEOTERÁPICO

Colombia necesita celebrar urgentemente la Fiesta del Perdón, para que cesen las hostilidades. Cada uno de nosotros necesita conmemorar el Día del Perdón, al darnos este espacio, podremos actuar como RESUCITADOS, con linaje, con gozo, a pesar de los aguijones. Conmemorar el día del perdón es ser libres de las marcas de Egipto, cruzando el Jordán, y disfrutando de la tierra prometida.

Algunos no están preparados para ésta fiesta, se sentirían incómodos con ella, no tendrían el vestido adecuado, se sentirían inadecuados, ¿porqué? porque no nos hemos limpiado, cargamos exceso de equipaje emocional: sentimientos heridos, impacto de situaciones no superadas.


IMPLICACIONES DEL PERDÓN: ¿Queremos ser felices o tener razón?


El psicólogo cristiano Archibalt Hart, define el perdón Como "El acto de renunciar

al derecho de cobrar el desquite". Cuando perdonamos renunciamos a la

venganza, y aunque recordemos el agravio nos habremos librado del poder que 

es agravio tenía sobre nosotros.

Mientras no perdonemos a esas personas por lo que nos hicieron, estas

personas seguirán teniendo una influencia definitiva en nuestro futuro, y ese

futuro no podrá ser, lo que sí podría ser.

Perdonar no significa que aprobemos lo que la gente nos ha hecho. El perdón no

absuelve al pecador, ni lo exime de dar cuentas a Dios, ni de la responsabilidad

que tiene con quien hirió.

El perdón es el paso que Dios en su sabiduría omnisciente proveyó para la 

víctima del dolor a fin de sanar su corazón y relaciones interpersonales. El

perdón no sirve tanto para el bien del perdonado, como para el de la víctima.


CONSECUENCIAS DE NO PERDONAR

ESPIRITUAL:

Se puede llegar a albergar ira por mucho tiempo. El odio y la ira acumulada son

toxinas para el espíritu. Las oraciones tienen estorbo. (hebreos 12:15)

Perdemos la comunión con Dios. Nos costará entender y conocer la voluntad de

Dios. (I Juan 2:11).


EMOCIONAL:

Hay menosprecio y luego nos concentramos en lo que la persona nos hizo,

vamos a ser el molde exacto de ese pensamiento negativo (Proverbios. 23:7).

Cuando no sanan las heridas del pasado estas se convierten en un tema

predominante en nuestra vida, de esta manera se alimenta la ira, y esta ira se

convierte en una fuerza poderosa en la vida presente.

La susceptibilidad aumenta, nos volvemos HIPERPREVENIDOS: nos mantenemos

alertas, inconscientemente tememos volver a ser heridos. Vivimos en guardia,

tensos, cautelosos, reservados, aislados, buscando seguridad en la distancia.

Nos volvemos HIPERSENSIBLES cautelosos en las relaciones, avanza tanteando

el terreno, se jacta de ser desconfiado.

Se vuelve COLECCIONISTA DE AGRAVIOS, eterna sensación de ser víctima

todos los sucesos le confirman la injusticia de la vida. Esta ira agrava más la heridas.

Si la herida es reciente o profunda, constantes voces internas le interrumpen su

sueño, pierde energías, en lugar de expresar amor y ternura, termina en una

tormenta incontrolable de furia.

La persona rencorosa es presa de una IRA JUSTICIERA

FÍSICO:

Se han hecho estudios y se ha comprobado que las emociones negativas y el

stress debilitan las diversas células inmunológicas, bajan las defensas y

aparecen con mayor frecuencia enfermedades infecciosas como resfrío, gripes, herpes. 

El odio y resentimiento albergado por mucho tiempo, traerá como consecuencias

muchas enfermedades de tipo sicosomático. Nuestro cuerpo cargará con las consecuencias.

SOCIAL:

Si nos resentimos se levantarán barreras. Esta persona tiene amigos que tomarán esa misma actitud, y muchos terminarán resentidos, actuando con aparente solidaridad, todo esto porque uno no perdonó. (Ambientes pesados en las oficinas y empresas).

HERIDAS FAMILIARES:

Aquellos que tiene el mayor poder para herirnos son las personas que más cerca

tenemos y a quien más amamos. Las heridas más dolorosas son las familiares.

La mayoría de las veces no son intencionales, pues no nos percatamos del

efecto de nuestras palabras, actos, omisiones y negligencias.

Hay heridas tan profundas que a veces dejan a la persona incapaz de hacerle frente a la vida, y en casos extremos se llega al suicidio.

En las familias se dan las CADENAS DE VÍCTIMAS. Un psicólogo cristiano decía: cada cual es víctima de una víctima, de una víctima y así hasta Adán". Abuelos que hirieron a los padres, padres que hieren a los hijos, hijos que podrán ser futuros mal tratantes, fruto de acumular todas sus heridas como un caldero hirviente dentro de su ser.

RESULTADOS DE PERDONAR:

El perdón sana, trae progreso, reduce los riesgos de salud, alegra el espíritu, nos ayuda a superar nuestras carencias, nos abre a un mundo de posibilidades para satisfacer nuestras verdaderas necesidades.

El perdón puede restablecer la armonía del hogar, libera toda la energía que en la actualidad se está consumiendo en repasar viejas heridas, en imaginar el desquite, en anhelar hacer justicia.

El perdón nos hace felices, productivos y espiritualmente sanos


¿PORQUE NO PERDONAMOS?

Porque implica renunciar al odio


Porque queremos que permanezca como testimonio la injusticia cometida. El

sentir ira y sostenerla, hace que le devuelva su dignidad.

La actitud de rencor e ira le hace sentir en mejor posición de herir a quien le ha

herido, pero termina lastimando a quienes no le han hecho nada.

Para perdonar necesitamos superar los temores que genera el perdonar: "Si perdono abusarán de mi", "Si perdono se saldrá con la suya", "Perdonar es señal de debilidad" (Lucha por el poder y el dominio)

Recordemos que perdonar es una manera triunfante de retirarse de la batalla.

PRINCIPIOS BÁSICOS PARA PERDONAR

Dios opera en el terreno de las actitudes y la disposición del corazón. Rendir

nuestra vida y cederle nuestros derechos.

Tener una actitud positiva hacia la ofensa, para que se cumpla el propósito de 

Dios. (Santiago 1:1-2-). Todo lo usará Dios para formar el carácter de Cristo.

La ofensa de Alguien, revela su necesidad. Tratar de identificar su necesidad y ayudarle.

Renunciar a la venganza. (Romanos 12:17-19).

Cooperar con Dios para ayudar al ofensor. (Mateo 6:14-15).

Recordar que Dios nos ha perdonado muchísimo. (Efesios 4:32).


APLICACIÓN TEOTERAPICA:

Todos estamos invitados a conmemorar este año la Fiesta del Yomkipur (Días de

los Perdones), pero necesitamos tomar la decisión de deshacernos de ese

exceso de equipaje que representan las emociones heridas:

Reconocer la necesidad. confesar actitudes y sentimientos negativos


Visualizar las personas que le han ofendido. Escribir sus nombres.


Visualizar el proceso de sanidad (Hablando con la persona, y Dios entre los dos)


Pedirle perdón a Dios por haber albergado amargura. (Hablar con ella).

Tomar la decisión de perdonar, no importa lo que esté sintiendo. "Señor 

ayúdame a perdonar" El perdón a veces es un proceso largo hasta que el dolor

desaparece y brota la ternura. Hablar con la persona si es necesario.

Apropiarnos del amor restaurador de Dios. Confrontar los recuerdos del pasado con su amor incondicional.

Pedir a Dios que le de la oportunidad de hacer algo por esa persona.

Extendernos hacia lo que está delante (Filipenses 3:13-14). Solo así podremos seguir teniendo una vida dinámica.

"Si conociéramos la historia de nuestro ofensor, encontraríamos suficientes

razones para desarmar nuestra hostilidad".

"Perdonar una decisión valiente que nos trae la paz interior" -Robin Casarge -
































































































































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