DIOS CORONA EL AÑO CON SUS BENDICIONES


Resultado de imagen para Dios corona el año con sus BendicionesTú coronas el año con tus bienes, y tus nubes destilan grosura. Destilan sobre los pastizales del desierto, y los collados se ciñen de alegría. Se visten de manadas los llanos, y los valles se cubren de grano; dan voces de júbilo, y aun cantan.” (Salmos 65:11-13).



Introducción

El versículo que hemos leído nos dice que Dios corona el año con sus bienes, ¿es esto una realidad en nuestra vida? ¿Estamos coronando o finalizando este año con las bendiciones de Dios en nuestra vida? Estamos a pocos días de cerrar un año más y comenzar un ano nuevo, si el señor nos lo permite. Es el momento oportuno para comprender por medio de la palabra de Dios, qué necesitamos para disfrutar la bendición de nuestro Padre.

1. Cuatro características para que las bendiciones de Dios nos alcancen (Deuteronomio 11:8-21)

Ø Guardar sus mandamientos (Deuteronomio 11:8-12). Lo primero que el Señor nos pide es guardar sus mandamientos para que sus bendiciones nos alcancen. Más que buscar y pedir bendiciones, debemos guardar la palabra de Dios en nuestra mente y corazón, entonces las bendiciones nos alcanzarán.

Ø Obedecer cuidadosamente (Deuteronomio 11:13-15). Como leemos en este pasaje no es solo guardar la palabra de Dios, sino obedecer cuidadosamente, que representa seguir instrucciones. No es obedecer como algunos se imaginan, sino siguiendo la instrucción, sirviéndole con todo el corazón, no por obligación, sino por amor. Es la forma que verdaderamente le demostramos a Dios que le amamos.

Ø Guardar el corazón de las cosas que no vienen de Dios (Deuteronomio 11:16-18). El Señor nos advierte que nuestro corazón está expuesto y es necesario guardarlo. Aquí el Señor enfatiza que debemos guardar su palabra, en el corazón y en el alma (intelecto, emociones y voluntad), solo de esta manera nuestra vida cambiará radicalmente pensando los pensamientos de Dios, tomando las decisiones de Dios y sintiendo y amando como Dios.

Ø Compartir a otros de esta bendición (Deuteronomio 11:19-21). No nos podemos quedar con lo que Dios nos da, debe extenderse primero a nuestra familia y luego a todo aquel que se acerca a nuestra vida, convirtiéndonos en canales de bendición.

Aquí observamos un proceso que debe ser permanente en nuestra vida: Poner sus palabras en nuestro corazón, transmitirlas a otros y escribirlas, es un proceso que nos lleva a memorizar y a actuar. Este proceso debe ser constante en nuestra vida.

2. Permaneciendo con la bendición de Dios sobre nuestra vida.

Ø Necesitamos creerle a Dios sin dudar (Santiago 1:6-7). Dios puede hacer maravillas en nuestra vida, Dios puede obrar cosas grandes y maravillosas: sanidades, restauración familiar y matrimonial, prosperidad económica y concedernos las peticiones de nuestro corazón, pero necesitamos creerle a él. La palabra de Dios nos dice que podemos pedirle todo a Dios, pero hay una condición: pedir con fe sin dudar!! (Mateo 21:21-22). La fe nos permite ser agradables a Dios.

Ø Debemos seguirle sin excusas (Lucas 9:57-62). Seguir el camino del Señor no es el camino más fácil, pero es el camino que nos lleva a la bendición. Para cuántas personas este año fue otro año lleno de “hubieras”: hubiera servido, hubiera ganado almas, hubiera hecho esto o aquello para Dios, pero solo quedó en eso, en una buena intención. Es necesario pelear la buena batalla durante todo el año (2 Timoteo 4:7).

3. Seamos agradecidos (Efesios 5:20)

Para mantenernos en las bendiciones de Dios debemos aprender a ser agradecidos, como dice su palabra, dar gracias por todo, aun cuando a nuestros ojos no nos parezca lo mejor; si estamos haciendo la voluntad de Dios, es lo excelente. También el Señor nos insta que si tenemos preocupaciones o dudas acudamos a él (Filipenses 4:6-7). Para aprender a ser agradecidos debemos cambiar nuestros pensamientos (Filipenses 4:8-9). Demos gracias en todo y por nada, estemos afanados.

4. La gratitud trae alabanza (Salmo 66:1-4)

La alabanza es mucho más que arreglos musicales, la alabanza es entregarle a Dios lo más profundo de nuestro ser. Alabar a Dios en espíritu es centrar nuestra atención en Dios, y no en nosotros. Cuando agradecemos podemos ver las obras maravillosas que Dios ha hecho y hace todos los días sobre nuestra vida, por lo tanto podremos reconocer su grandeza y alabarlo en espíritu y verdad.

Aplicación Teoterápica

En el año que se aproxima debemos proponernos en el corazón seguir al Señor “cueste lo que cueste”, tal como nos enseña el apóstol Pablo (Hechos 21:13). Si verdaderamente queremos la bendición de Dios en nuestra vida tenemos que comprender y practicar esta verdad espiritual: nada ni nadie puede ser más importante en nuestra vida que el Señor (Mateo 10:37-38), el Señor espera que podamos responder a su llamado como lo hicieron sus discípulos (Mateo 4:21-22).

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