(Levítico 23:6)
ASPECTO
HISTÓRICO
Las
fiestas solemnes se abren con La Pascua y los Panes sin levadura, aunque son
distintas por su estrecha relación
se las trata como una sola en el Antiguo y Nuevo Testamento. Esta fiesta se
celebra del 15 de Nissan (Abril) hasta el 21 del mismo mes. (Números 28:16-17, Mateo 26:17)
Esta
fiesta celebra el gran acontecimiento que marcaba su liberación milagrosa de la destrucción; así mismo el comienzo de su existencia como nación, esa noche por primera vez, vinieron a ser
pueblo y por la mano directa y poderosa de Dios.
Toda
la vieja levadura que servía como símbolo de corrupción y muerte, debía ser totalmente expulsada de sus hogares.
Debían ser "masa nueva", por
cuanto eran sin levadura. Esta fiesta deriva su nombre del "mazzota"
o "tortas azimas", único pan permitido durante aquella
semana.
El
primer día era santa convocación, en el que no se hacía ninguna obra servil o innecesaria, se hacían ofrendas al Señor. El segundo día era la presentación de la primera gavilla o gavilla mecida. Los
días intermedios eran fiestas
menores, no podía permitirse ningún trabajo.
Después de la redención en Cristo Jesús, debe seguir una vida y un andar santos. El
pan sin levadura simboliza la comunión
con Cristo y la separación del pecado. (I Corintios 5:7-8, II
Corintios 7:1).
Es
estar en el mundo sin ser del mundo, nada de nuestra antigua manera de vivir
debe quedar. La vieja levadura es ostentosa, la nueva levadura es sencilla,
pero libre.(Gal 5:7-9)
ASPECTO
TEOTERAPICO
Esta
fiesta tiene que ver con el desierto, con Moisés, Josué y Caleb. Es para enseñanza y memoria de dónde nos sacó el Señor, en qué desierto nos hizo pasar.
Dios
nos llama a apartarnos para El, a ya no estar revueltos con los judíos, dejar la "vieja levadura", que
mete "bacterias", "infla y ‘arruga". Lo que quedó atrás,
atrás quedó, ya no guiarnos por lógica, sino por revelación. Vivir sostenidos, protegidos y cubiertos
por El.
La razón por la que muchos no se desarrollan, es
porque todavía le "coquetean" a la
vieja levadura, a la lógica y la razón. La vieja levadura es sobornadora en ideas,
necesitamos caminar dependiendo del Señor,
no mirar atrás, ni para coger impulso. No se
compararse, no competir, no ser envidioso.
Solo
libres de la “vieja levadura” podremos vivir con visión, descubrimos que la vida consiste en un
"intercambio" permanente con el Señor. Nos enamoramos de la gran Comisión, de su causa y de su estrategia.
Estaremos
mentalizados hacia dónde vamos, y todo lo que hagamos día a día lo realizaremos con una actitud de total
entrega. No buscaremos un destino porque ya lo tenemos definido, regresamos,
pero para llevar a otros al lugar donde estamos.
Cristo
solo sin pecado: En la Fiesta de los panes sin levadura, vemos a Jesucristo “puro”,
“sin mancha” es el símbolo de que en El, estuvo, está y estará todo lo nuestro. (II Corintios 5:21, I Pedro
2:22, I Juan. 3:5).
El
andar en separación del rescatado: Es estar en el
mundo sin contaminarse. El hombre es la gloria de la creación con naturaleza caída, nosotros somos corona de la creación con naturaleza rescatada. El andar del
rescatado también se caracteriza por no perder el
gozo y la alegría, a pesar del “aguijón en la carne”, actúa como Israelita puro. (I Corintios 5:7, Mateo 16:6,
Lucas 18:11)
En la
historia judía la fiesta de los panes sin
levadura, significa que todo nuevo (vestido, comida, costumbres etc..), nada de los viejo tenía que ver con lo nuevo. Por ejemplo, en el
desierto el vestido del pueblo era sencillo, porque les hacía daño
ver el vestido ostentoso de los egipcios. (Colosenses 3:2-4)
En la
actualidad esta vieja levadura está
representada por aquellos "fariseos", y "saduceos", líderes que dentro de la iglesia seducen y engañan a la gente.
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