Introducción
Desde el momento que recibimos a Cristo comenzamos nuestro caminar con él, siendo el propósito de Dios que ésta sea nuestra más grata experiencia. ¿Cómo encontró el Señor nuestra vida? ¿Cuántas cosas estaban acumuladas en nuestro corazón? Recordemos que el corazón es su casa para siempre.
Lectura: Marcos 2:21-22
1. Jesús les refiere una parábola
Un vestido nuevo no se puede armonizar con un remiendo de tela nueva, Un odre viejo no puede recibir el vino nuevo, porque al fermentarse el vino, el odre se rompe.
Un vestido y un odre nuevo con el tiempo pierden belleza, brillo y elasticidad - Un odre viejo se vuelve rígido, duro y áspero.
¿Qué representa el odre?
Representa mi vida
Jesús representa el vino
Como odre puedo envejecerse, enfurecerme, perderme
Si soy un odre viejo, se pierde lo que Jesús deposita en mi vida, en mi corazón: sus palabras, sus promesas y mandamientos
Un odre viejo no está preparado para recibir lo nuevo que viene de Dios.
Cómo debe ser mi odre? (Efesios 4)
No andar en la vanidad de mi mente (versículos 17-18)
No endurecer el corazón
No dejar que mi entendimiento se oscurezca
Renunciando a la pasada manera de vivir (versículos 22)
Renunciando a los deseos engañosos
Debemos renovarnos:
Una vida pura, limpia, basada en la verdad(versículos 23)
Desechar lo que no le agrada a Dios (versículos 25-27)
Nuevas acciones (versículos 28-32)
Un vestido nuevo – espiritual (Colosenses 3:12-14)
Un odre nuevo puede recibir las buenas dádivas - el buen vino (versículos 16)
Aplicación Teoterápica
La palabra de Dios debe alojarse diariamente en mi corazón, si no tengo una mente renovada, al estilo de un odre nuevo, no puedo retener su verdad, sus instrucciones. Mi vida cristiana debe ser la experiencia más satisfactoria sobre la tierra.