¿EN QUÉ DEBEMOS PERSEVERAR?




INTRODUCCIÓN


En el libro de los Hechos encontramos que muchas señales y prodigios eran hechos en medio del pueblo, y se añadían cada día a la iglesia hombres y mujeres, en igual número. Una característica de la iglesia en ese entonces era la unanimidad, que sólo es producida como resultado de vidas llenas y plenas del Espíritu Santo.


Hechos 2:42-47 “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”


Otra característica que observamos en los cristianos del libro de los Hechos es que perseveraban, es decir, persistían, eran continuamente constantes en algo, diligentes, y esto está íntimamente relacionado con la constancia en la esperanza; aquella decisión que nos permite permanecer en los principios y sin variar el compromiso en el hacer, siguiendo siempre adelante hasta terminar alcanzando el objetivo. Debemos perseverar en el camino del Señor y en su voluntad tal como lo hizo la iglesia primitiva


1. PERSEVERAR EN LA DOCTRINA




La palabra de Dios es mi alimento espiritual (espíritu), mi doctrina. La doctrina ya está hecha, yo no tengo que elaborarla, ella no necesita más, no necesito añadir, ni quitar, ella es.
De acuerdo a la declaración de fe de nuestra familia (CEPC-ICT) “la Biblia es la palabra de Dios“. Todos nuestros fundamentos conceptuales y materiales se derivan, por supuesto, de esta doctrina. Entonces, ¿yo qué estoy afirmando? ¿Cuál es mi doctrina? ¿Persevero en “la doctrina de los apóstoles”? ¿Es este mi alimento espiritual? La palabra de Dios ha de ser alimento delicioso y saludable para mí.


2. PERSEVERAR EN LA COMUNIÓN UNOS CON OTROS



¿Con el alma yo con quién me relaciono? La respuesta es clara, con otras personas, que importante, en el entendido que hay un conector entre el espíritu y el alma de tal forma que mi comunión con otros ya está antecedida ¿por qué? la palabra de Dios, que me alimenta espiritualmente y trae salud a mi alma, me capacita para tener comunión con otros, lo cual es necesario, porque soy un ser tridimensional, que no ha perdido sus necesidades en cada una de sus áreas, tengo necesidad de comunión con otros, cuando hay uno que otro ermitaño que esta por ahí separado, algo hay en él, eso no es normal, espiritualmente tampoco lo es, pues necesita tener comunión, eso es algo fundamental. La pregunta es, ¿con quién estoy teniendo comunión?


3. PERSEVERAR EN EL PARTIMIENTO DEL PAN



El pan alimenta mi cuerpo, viendo de esta manera mi ser tridimensional totalmente saciado, pero comenzando por donde debe ser. Y cuando mi alma es saciada, desde mi espíritu, por aquel que llena todo mi ser por medio de su Espíritu, a través de ese puente que se llama el corazón sacio toda mi ser. A mí no me sacian otros, solo DIOS lo puede hacer, por medio de su Palabra, que llega a mi mente, toca mi voluntad, e inclusive causa una manifestación a través de mis emociones.
Al tener salud en mi alma, puedo tener comunión con otros, ya me puedo comunicar adecuadamente con los demás, ese es el deseo de Dios, y eso se llama salud integral (espíritu, alma y cuerpo), entonces viene el partimiento del pan que es salud para mi vida y una gran necesidad.


4. PERSEVERAR EN LA ORACIÓN



La iglesia perseveraba en estos tres aspectos anteriores y luego dice que perseveraban en las oraciones, es decir que disponían todo su ser para persistir en la oración. Yo me comunico con Dios por medio de mi espíritu, pero dispongo todo mi ser para la oración, dispongo mi cuerpo para la oración, para alabarle a Él.


Yo dispongo todo mi ser (tridimensional) para la oración, trayendo sanidad a mi alma a través del corazón, capacitándome así para la comunión con otros, y en esa comunión voy disponiendo también a otros para la oración.


5. PERSEVERAR EN LA UNIDAD



Versículo 46 “perseveraban unánimes” ¿Cómo? partiendo el pan, ¿dónde? en las casas, comían juntos y ¿Cómo lo hacían?
· CON ALEGRÍA
· CON SENCILLEZ DE CORAZÓN


6. PERSEVERAR EN ALABAR A DIOS (Versiculo 47)

Si me reúno con otros, tengo dos opciones, alabó con ellos a Dios o entro en la murmuración. El que no alaba murmura, una persona que no tiene alabanza en su boca de algo tiene que hablar entonces dará paso a la murmuración y el chisme.
¿Cuál fue el resultado de todo esto anterior?
· Recibieron la Palabra (Versiculo .41).
· Se añadieron 3.000 personas (Versiculo 41).
· Muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles (Versiculo 43).
· Tenían favor con todo el pueblo (Versiculo 47). Lenguaje social.
· El Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos (Versiculo 47)


APLICACIÓN TEOTERÁPICA


Cuando dispongo todo mi ser tridimensional (espíritu, alma y cuerpo) para la oración, permitiendo que Dios traiga sanidad desde mi espíritu a mi alma a través de un corazón limpio, podré tener comunión con otros, disponiendo así, también a otros para la oración.


Mi llamado es a perseverar en la doctrina, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan, en las oraciones, en la unidad y en alabar a Dios, entonces, el Señor Jesucristo añadirá a la iglesia. Podremos entonces tener favor con todo el pueblo, es decir, llegar de manera contundente a su necesidad, y veremos muchas maravillas y señales en medio del lugar donde Dios nos ha colocado (Hechos 2:43).


































































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