INTRODUCCIÓN
Cuando recibimos a Cristo en nuestras vidas nos dicen que comenzaremos una nueva vida. A veces pensamos que esto sucederá como por arte de magia, y nos volvemos místicos, creyendo que nos vamos a transformar así no más; pero la transformación se da por el conocimiento de la verdad de Dios. Es necesario entender que la muerte de Jesús involucró aspectos determinantes para nuestra sanidad y restauración.
1. ASPECTO MORAL: (Juan 3:16) La salvación al mundo se originó en el amor de Dios. ¿Qué pensaría un Padre que sería más fácil ...sacrificarse él o sacrificar a su hijo? Las dimensiones del amor de Dios están en la eternidad, y no es posible que lo entendamos humanamente (Efesios 3:19); por eso la manera de demostrarlo tenía que ser definitiva, ya que, si no se reservaba para sí mismo lo más grande que era su hijo, no podríamos dudar de su perfecto amor (Juan 8:32). Entonces la primera razón por la que tenía que morir Cristo, es porque era la única manera en que podríamos entender lo inentendible que es su amor.
2. ASPECTO COMERCIAL: (1 Timoteo 2:6) Era necesario pagar un rescate para que fuéramos liberados de la esclavitud del pecado. Los esclavos le pertenecen a su dueño, y antes le pertenecíamos al diablo y éramos esclavos del pecado, pero Jesús pagó por nuestra libertad; la biblia dice claramente que Él dio su vida en rescate por muchos, y el precio fue su sangre (1 Corintios 6:1920). La segunda razón por la que era necesario que Cristo muriera, es porque la única manera de rescatarnos de la esclavitud era pagando con su sangre por nuestro rescate.
3. ASPECTO LEGAL: En este aspecto queda claro que hay una pena que necesita pagarse, para liberar al culpable. Para cada uno de nosotros hay un acta de decretos que nos condena, donde están todos los pecados pasados y futuros que nos hacen merecedores de la condena eterna; pero al aceptar a Cristo quedamos libres de toda culpa, porque en el momento de la cruz él anulo el acta y se hizo culpable, poniéndose en nuestro lugar y pagando la condena que nos correspondía a nosotros (Colosenses 2:13-15). Vemos entonces que había una condena para pagar, y como la paga del pecado es la muerte (Romanos 3:23), era necesario que alguien muriera, y Jesús decidió que en vez de nosotros quien muriera fuera Él.
4. ASPECTO SACRIFICIAL: En el Antiguo Testamento se realizaban sacrificios, con el fin de que hubiera conciencia de pecado por parte del adorador; se tenía una víctima que debía morir para expiar el pecado, lo cual hacía parte de muchas instrucciones que debían seguir para alcanzar el perdón de Dios. Todos estos rituales representaban lo que sería el Salvador para nosotros, lo cual se conoce como tipología de Cristo. Efectivamente, tal como fue anunciado, Cristo se convirtió en el sacrificio absoluto y suficiente, con el cual Dios quedó satisfecho para siempre (hebreos 10:8-12).
3. ASPECTO LEGAL: En este aspecto queda claro que hay una pena que necesita pagarse, para liberar al culpable. Para cada uno de nosotros hay un acta de decretos que nos condena, donde están todos los pecados pasados y futuros que nos hacen merecedores de la condena eterna; pero al aceptar a Cristo quedamos libres de toda culpa, porque en el momento de la cruz él anulo el acta y se hizo culpable, poniéndose en nuestro lugar y pagando la condena que nos correspondía a nosotros (Colosenses 2:13-15). Vemos entonces que había una condena para pagar, y como la paga del pecado es la muerte (Romanos 3:23), era necesario que alguien muriera, y Jesús decidió que en vez de nosotros quien muriera fuera Él.
4. ASPECTO SACRIFICIAL: En el Antiguo Testamento se realizaban sacrificios, con el fin de que hubiera conciencia de pecado por parte del adorador; se tenía una víctima que debía morir para expiar el pecado, lo cual hacía parte de muchas instrucciones que debían seguir para alcanzar el perdón de Dios. Todos estos rituales representaban lo que sería el Salvador para nosotros, lo cual se conoce como tipología de Cristo. Efectivamente, tal como fue anunciado, Cristo se convirtió en el sacrificio absoluto y suficiente, con el cual Dios quedó satisfecho para siempre (hebreos 10:8-12).
En este contexto descubrimos que el tabernáculo del Antiguo Testamento, cuyo diseñador y arquitecto fue Dios mismo, quien dio instrucciones precisas a Moisés, era una tipología de la Obra de Cristo en la cruz (He 9:1-9).
Finalmente, vemos cómo Jesucristo se convierte en el cordero que al derramar su sangre y morir lograba satisfacer la justicia perfecta de Dios. Se convierte en el cordero sin mancha que una vez y para siempre cumplió con todas las demandas de Dios.
APLICACIÓN TEOTERAPICA Jesucristo con su obra, cumplió con todos los sacrificios que se exigían en el Antiguo Testamento, y de esa manera nos perdonó y limpió de todos nuestros pecados. Ya no hay necesidad de hacer grandes sacrificios para recibir esa salvación, sólo basta con apropiarnos de su obra en la cruz y disfrutar de sus grandes beneficios.
Ya no tendremos que preguntarnos por qué era necesario que Cristo muriera, o por qué no podía ser de otra manera, pues entiendo que su muerte era la única manera de manifestar el amor de Dios, pagar el precio del rescate por nosotros, pagar nuestra condena, y derramar la sangre que haría que se aplacara la ira santa de Dios.
APLICACIÓN TEOTERAPICA Jesucristo con su obra, cumplió con todos los sacrificios que se exigían en el Antiguo Testamento, y de esa manera nos perdonó y limpió de todos nuestros pecados. Ya no hay necesidad de hacer grandes sacrificios para recibir esa salvación, sólo basta con apropiarnos de su obra en la cruz y disfrutar de sus grandes beneficios.
Ya no tendremos que preguntarnos por qué era necesario que Cristo muriera, o por qué no podía ser de otra manera, pues entiendo que su muerte era la única manera de manifestar el amor de Dios, pagar el precio del rescate por nosotros, pagar nuestra condena, y derramar la sangre que haría que se aplacara la ira santa de Dios.
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