“Sea, pues, perfecto vuestro corazón para con Jehová nuestro Dios, andando en sus estatutos y guardando sus mandamientos, como en el día de hoy.” 1 Reyes 8:61
INTRODUCCIÓN
La medida del corazón perfecto en cada uno de sus hijos solo la tiene Dios, pues es el único que lo conoce totalmente. Todo pensamiento, toda intensión, todo intento de pensamiento Él ya lo sabe, entonces termina siendo muy particular para cada uno de sus consagrados. Este no se mide ni siquiera por las obras de bien o de excelencia que hagamos. Así que, tener un corazón perfecto es lo que debemos cuidar en el camino de la perfección de nuestro peregrinaje en la tierra.
DESARROLLO
El corazón perfecto es aquel que refleja la perfección del carácter de Cristo. La vida del rey David se caracterizó por su encuentro íntimo y sobrenatural con el amor de Dios, de cómo disfrutó la paternidad de Dios en su vida, entendiendo y viviendo como principio la vida de autoridad. Para David las tres cosas fueron una misma y así las vivió. A pesar de su debilidad alcanzó la perfección por fe, por tener un corazón perfecto. Engrandeció el legado y eso fue lo que le enseño a su legatario, la identidad con su Padre Dios sirviéndolo con corazón perfecto como él lo hizo, hasta el último día (1 Crónicas 28:9).
CARACTERÍSTICAS DEL CORAZÓN PERFECTO (Job 2:3)
1. Hace justicia (Proverbios 11:5)
El perfecto lleva la justicia espiritual dada por Cristo, llevando a muchos a abrir su corazón a Dios, pero también su obra de justicia social testifica de esta justicia espiritual, como parte del plan de Dios para cumplir la Gran Comisión. Esto le guardará en su camino, le enderezará y no le permitirá que se desvíe su corazón.
2. Su heredad es para siempre (Salmo 37:18)
Sabe que Dios conoce sus planes y propósitos y que están en sus manos y siempre los orienta hacia lo eterno.
3. Es bienaventurado (Salmo 119:1)
El bienaventurado tiene la bendición de Dios en todo lo que hace, en todo su recorrido tiene la capacidad de identificarla y disfrutarla.
4. Permanece en la tierra (Proverbios 2:21)
El perfecto alcanza las promesas acá en la tierra y hacia la eternidad. Su tierra prometida la habita de manera permanente y alcanza su objetivo y propósito de vida en la tierra.
5. Agrada al Señor (Proverbios 11:20)
El consagrado vive en el temor de Dios, así que camina en el camino de la perfección cuando decide agradarle, perfeccionando su santidad en el temor de él.
6. Es perfecto en unidad (Juan 17:23)
El consagrado va de lo bueno a lo mejor y de lo mejor a lo excelente para llegar a la perfecta unidad. Sabe que sin unidad no hay conquista, por eso, cada día, se perfecciona en la unidad con el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo, su familia en la carne y su familia en la fe.
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
Jesucristo vivió su vida en la tierra con las mismas condiciones y humanidad de cada uno de nosotros, para demostrarnos que sí se puede ser perfecto, que ya no es una demanda únicamente de la ley, pues en Él se cumplió la perfección y nos dice imperativamente en Mateo 5:48 “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.” Así que, no es algo imposible de alcanzar.
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