DIOS ETERNO Y SOBERANO

“Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener.…” (1 Reyes 8:27a)


Introducción
Si los cielos de los cielos no pueden contener a Dios, tampoco es posible que nosotros comprendamos a Dios en su plenitud. Pero, gracias a él y haber recibido a Cristo en nuestro corazón, hemos empezado a conocerlo, y es su voluntad que crezcamos en ese bendito conocimiento (2 Pedro 3:18). La vida eterna se manifiesta en el conocimiento de Dios y de Jesucristo, ya que este conocimiento es el fundamento para disfrutar de una vida que es participación de la misma vida de Dios (Juan 17:3).

1. La eternidad de Dios (Isaías 40:28)

Dios es eterno, no se puede medir por tiempo, no tiene principio ni fin. Podemos decir que Dios existe desde la eternidad hasta la eternidad (Génesis 21:33), desde el siglo hasta el siglo (Salmo 90:2), desde siempre y para siempre (Salmo 92:8). La eternidad de Dios significa que no se puede medir, que no tiene comienzo ni fin, es un atributo únicamente de Dios.

2. La inmutabilidad de Dios (Santiago 1:17)

Dios tiene un carácter estable. Sus atributos son permanentes. Por ello se puede decir que no cambia en su persona. Lo que dice Dios de sí mismo (Malaquías 3:6): Él no cambia y esta verdad le sirvió a los hijos de Jacob para no ser consumidos, Dios mantiene sus promesas independiente de nosotros, porque en él no hay mudanza ni sombra de variación (Santiago 1:17). La inmutabilidad de Dios tiene que ver con la imposibilidad de que su carácter y virtudes cambien. No hay la más mínima posibilidad de que haya variaciones o cambios minúsculos (no cambia ni un poquito) en su persona; lo cual implica que cumple su palabra independiente de nosotros, él cumplirá cada una de su promesas.

3. La soberanía de Dios

Dios tiene derecho y poder para sujetar todo a su voluntad (Isaías 46:9-10).

3.1. En la creación.
· Todo lo que quiso ha hecho (Salmos 115:3)
· Hizo la creación (Génesis 1:1-19). Creo los cielos, la tierra y la naturaleza. Él es soberano porque hizo como quiso sin ayuda de nadie.
· Creó el reino animal, con el poder de su palabra (Génesis 1:20-25)
· Todo fue creado por él y para él, con su poder (Colosenses 1:16)
· Dios crea al hombre y a la mujer conforme a su semejanza, según él quiso hacerlo (Génesis 1:26-27)
Podemos ver la soberanía de Dios en toda la creación.

3.2. En sus leyes.
· Físicas (Job 26:7-10; 38:5-8).
· Morales (Éxodo 20:3-17; Gálatas 6:7).
· Espirituales (Apocalipsis 21:27; Romanos 6:23).

3.3. En su elección (Efesios 1:4). Fuimos elegidos por su gracia y por su soberana voluntad antes de la fundación del mundo.
4. El carácter de Dios.
La gloria de Dios es la manifestación de la perfección absoluta de su carácter.
4.1. Su santidad (Isaías 6:3). En Dios no hay maldad ni la permite en su presencia. Lo que debe caracterizar al que se acerca a Dios es la santidad (1 Pedro 1:16).
4.2. Su justicia. La justicia divina incluye la no acepción de personas, ni el soborno para favorecer al impío (2 Crónicas 19:7). En él no hay injusticia (Salmo 92:5).
4.3. Su amor (1 Juan 3:1; 4:8.). Dios es amor. Su esencia se caracteriza por una verdad eterna, entregó la vida de su Hijo unigénito para salvar a la humanidad (Juan 3:16).
Su amor proveyó el sacrificio para satisfacer su justicia, y a la vez, justificar a cada persona que cree y así hacerla partícipe de su santidad.

5. Los atributos de Dios

5.1. Su omnipotencia (Job 42:2). Dios es todopoderoso y puede hacer todo lo que él quiere.
5.2. Su omnipresencia. Dios está en todo lugar. En los cielos de los cielos (1 Reyes 8:27), en toda la tierra (Isaías 6:3), es decir en todas partes, por lo cual no podemos escondernos de Dios en ningún lugar (Salmo 139:7-12).
5.3. Su omnisciencia. Dios sabe absolutamente todo (Salmo 147:5):
· Tiene conocimiento acerca del hombre, de sus pensamientos y lo profundo de su corazón (Salmo 139:1-6).
  • Tiene conocimiento del pasado, presente y futuro (Isaías 46:10).
  • Tiene conocimiento del corazón del hombre, por lo cual conoce sus intenciones (1 Reyes 8:39; Marcos 2:8).




Aplicación Teoterápica



Entender los atributos de Dios me lleva a conocerle más y a confiar en él, pues tiene un plan perfecto para mí, ahora sabemos que no se equivoca, además nadie lo puede engañar ni cambiar sus propósitos. Dios es eterno, porque siempre ha existido y siempre existirá. No puede cambiar. Es soberano, Rey de reyes, por derecho y por su poder. Es glorioso porque es perfecto en santidad, justicia y amor. Es todopoderoso, y está en todo lugar, todo lo sabe. Estas cualidades indican que está sobre todo y todos. Ahora estamos bajo su amparo porque somos sus hijos y él cuidará de nosotros por la eternidad.


































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