JERUSALÉN, ORIGEN DE LAS PROMESAS DE DIOS


INTRODUCCIÓN

Todos los hijos de Dios, a lo largo de nuestro recorrido espiritual hemos recibido muchas promesas, sin duda alguna, Jerusalén es la tierra de las promesas, pues allí nació al salvador del mundo, sin embargo, en muchos cristianos, cada día es más grande la distancia entre la promesa y el cumplimiento de la misma, pues no basta con ir a la tierra de las promesas, sino que al ir a Israel dispongamos nuestro corazón para allí ser tratados por nuestro Papá Dios.
Abraham como padre  de la fe nos muestra tres aspectos importantes para poder alcanzar en la tierra de las promesas, las bendiciones de nuestro Padre Dios.

  1. ES NECESARIO DEJAR LAS AÑADIDURAS (Génesis 12:3-4)
Dios le dijo a Abraham que su fuera de su tierra y su parentela, eso implicaba salir solo, pero El decidió llevarse a Lot, su sobrino, poniendo una añadidura a la promesa de Dios. En muchas ocasiones le ponemos añadidura a lo que Dios nos dice que hagamos, ponemos nuestra lógica y comenzamos a añadir de nuestro parecer a la forma como Dios quiere bendecirnos. Abraham seguramente estaba pegado a su familia y le costaba desprenderse de ella, ¿a qué estamos apegados hoy? ¿Al dinero, a la posición social, al dinero, a nuestro parecer? Por otro lado, Abraham obedeció pero se llevó a su sobrino, en ocasiones no vemos las promesas cumplidas porque ponemos condiciones a Dios, para servir a Dios decimos: si tengo tiempo, si puedo, si me sobra dinero, en fin, siempre que pongamos condiciones tendremos problemas y no veremos la Gloria de Dios, como le sucedió a Abraham que tuvo problemas luego, pues su sobrino se convirtió en una carga. No estando conforme con esto, Abraham le pide otra promesa a Dios porque no estaba convencido de la primera, no se trata entonces de pedir promesas sino poder obedecer en la forma exacta como Dios no los ha pedido para disponernos a ver su respuesta.

2.    NECESITAMOS DEJAR LO QUE AMARRA NUESTRA VIDA (Génesis 17)
El cristiano de hoy ha tenido muchas experiencias en su vida que han marcado su corazón han podido dejar huellas que hoy sigan afectando su vida y desempeño, a Abraham, le pasó lo mismo, cuando al recibir la promesa de Dios, creyó que era a su manera y se dejó afectar por sus esquemas, buscando una esclava para tener el hijo que ya Dios le había prometido. Cuando decidimos que nuestro parecer nos guíe, o que las costumbres del pasado lo hagan, perderemos la visión de lo que Dios quiere hacer y terminaremos sufriendo graves consecuencias de ello. Hay cosas en nuestra vida que tenemos que renunciar, pues a Abraham le tocó renunciar a la esclava, ¿Cuál es la esclava de nuestra vida hoy? ¿Pecado, egoísmo, rencor, amargura, resentimiento, altivez, infidelidad, mentira, engaño, dureza? Tomemos hoy la decisión de dejar a la esclava de nuestra vida, esas cosas que nos llevan a vivir una vida lejos de Dios y que no nos dejan ver el cumplimiento de la promesa de Dios sobre nuestra vida.

3.    RENUNCIAR A LA LÓGICA (Génesis 17:18)
El cristiano de hoy tiene que vencer uno de sus peores enemigos, la lógica, pues ella siempre busca contradecir lo establecido por Dios y nos lleva por caminos cortos que nos conducen a la frustración, pues al no elegir el camino y la forma que  Dios establece, estaremos viviendo una vida sin la realización plena que él quiere para cada uno de nosotros. Vivir por la lógica, nos lleva a escoger nuestras propias decisiones, a actuar por las emociones y no guiados por nuestra vida espiritual, teniendo una vida sin fruto, a pesar de buscar a Dios pues no hacerlo genuinamente. Hoy, necesitamos dejar de un lado estos esquemas pues la bendición a Abraham vendría a través de Isaac y no de Ismael, por tanto, decidió creer conforme a la fe en la promesa de Dios y no en su propia vista. De la misma forma los hijos de Dios necesitamos poner nuestra confianza en el Dios de las promesas.

Hay dos acontecimientos que sucedieron en esta tierra (Monte Moriah) y que están ligados entre sí: La disposición de Abraham de entregar a su único hijo, Isaac, y Dios Padre entregando a Su Unigénito por amor a los perdidos.

ABRAHAM EN EL MONTE DEL SACRIFICIO

Dios escogió a Abraham para que saliera de Ur de los Caldeos y Harán  a tierra de Canaán y le hizo las promesas más espectaculares que podría recibir hombre alguno (Gen.12:2-3, 15:1,5; 17:8,16,-21). Tal como Dios le prometió, nació Isaac, y creció. ¿Cuánto amaba Abraham a Isaac?  Seguro que era un amor muy especial, más que de un Padre común y corriente. Pues su esposa era estéril, y transcurrieron 25 años para que Dios le cumpliera su promesa.

Abraham fue madurando en la fe  y creciendo espiritualmente. Él no era el mismo del comienzo, ni de cuando presento a su esposa como su hermana, ni el que se dejó convencer por su esposa para llegarse a Agar y tener su hijo (Ismael), en  un momento  de duda. Cuando Dios lo "probo", él había madurado en su fe, ya conocía a Dios y sabía que lo que él prometía lo cumplía.

Dios le dijo "Toma, ahora tu hijo único Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré." . Comparémoslo con Juan 3:16, que dice: "Porque de tal manera amo Dios al Mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que cree en El no se pierda, mas tenga vida eterna." .¿Que cosas comunes?

    "Hijo unigénito" , "hijo único"
    "A quien amas", Dios entrego lo que mas amaba.
    "ha dado a su hijo",  '"sacrifícalo sobre uno de los montes"
    "En tierra de Moriah....sobre uno de los montes.." , Jesús murió y resucitó en uno de los montes de Jerusalén.
    Era una entrega por Amor.

ENTREGANDO LOS ISAACS DE NUESTRA VIDA

¿Cuál es mi Isaac?, ¿Qué es lo que yo más amo en el mundo?. Si Dios me pidiera lo que más amo,¿ lo entregaría?. Dios sabía que Abraham "amaba" a Isaac y por eso lo prueba pidiéndole lo que más ama en la tierra, para saber qué era lo primero en su corazón?

Tarde o temprano, Dios me pedirá lo que yo amo más en la tierra. ¿Quizás mis propios hijos?, ¿Quizás mis padres o mi esposa(o) o algún ser querido o algo material?. Renunciaría a ellos y los entregaría a El. Jesús dijo: "Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz, niéguese a sí mismo y sigame". También dijo: "El que no renuncie todo lo que posee, no puede ser mi discípulo".

Abraham no dudo en entregar a su hijo, obedeció sin refutar nada, sin reclamarle a Dios, quien le había dicho que en "Isaac le seria llamada descendencia". Él sabía que Dios lo que prometía lo cumplía. El ya conocía a Dios, su padre. Él sabía que Él era fiel. Abraham estaba seguro  de que Dios cumplía su palabra y por fe cuando fue probado "ofreció a Isaac" (su unigénito), a  pesar de que la promesa era a través de Isaac, pero él sabía que "Dios es poderoso para levantar aún de entre los muertos" a Isaac y cumplir su promesa. Así lo expresa Heb. 11:17-19.

Tenía todo listo para el sacrificio e iban los dos juntos (padre - hijo). Y el hijo le pregunta al padre, ¿Dónde está el cordero para el holocausto?. Es una pregunta que parte el alma, pero Abraham le responde a Isaac: "Dios se proveerá de cordero para el holocausto..."., él estaba seguro de eso, aún si su hijo iba a ser el cordero.

Cuando llego," edificó allí un altar y compuso la leña y lo ató a Isaac y  lo puso en el altar", ¿Que sentiría Abraham humanamente, atando a su hijo, extendiendo su mano y tomando el cuchillo para degollarlo? . Su corazón se derrita como agua, entregando a su hijo, pero lo hacía porque Dios su padre se lo había pedido y El sabia quién era Dios y lo amaba por encima de su propio hijo.

La actitud y conducta de Abraham le "robo" el corazón a Dios, quien no permitió que tocara a su hijo y le ratificó sus promesas. Dios comprobó que Abraham le amaba por encima de todo al no rehusarle lo que el mas amaba en la tierra; su propio hijo. Abraham alzó sus  ojos y "miró". ¿Qué miró Abraham? .Un carnero trabado en un zarzal. ¿Pero que más miró Abraham, para que llamará a aquel lugar: "Jehová proveerá"?,  y para que se diga desde ese día "En el monte de Jehová será provisto".

JESUCRISTO EL CORDERO SACRIFICADO

No era el unigénito de Abraham el que tenía que ser sacrificado como cordero en un holocausto. No era Abraham el padre que sacrificaría un hijo unigénito para que todas las familias de la tierra fueran benditas. Abraham "vio" en el futuro, dos mil años después: el día de Jesús. Y Jesús lo confirma en Juan 8:56: "Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó". Abraham vio el momento en que en uno de los montes de tierra de Moriah (monte Gólgota o Calavera), Dios Padre entregaba a su hijo unigénito como "cordero" que quitaría de una vez y por siempre el pecado de la humanidad.

Era Dios Padre quien entregaría a su hijo unigénito como  dice Juan 3:16. El "Jehová proveerá" significa que Dios Padre iba a proveer un cordero, un unigénito que cumpliría con los requisitos para ser sacrificado por el pecado de toda la humanidad y así justificar, reconciliar, redimir y traer bendición a todas las naciones.

Semejante actitud de Abraham le llevo a reconfirmarle las promesas y el pacto hecho con El, y la promesa más espectacular: " en tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra":. Según Gálatas 3:16 la simiente de Abraham es Cristo. Y era en Cristo, otro unigénito, otro "cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo" de un Padre lleno de Amor que tampoco rehusó dar a su Hijo, ni le retuvo en los cielos, no escatimó ni a su propio Hijo sino que lo dio por ti y por mi según lo confirma Rom.8:32.

JESUS ES MI TESORO

¿Qué es un tesoro?
1. Es el que ocupa el primer lugar.
2. Es el que consume mis oraciones.
3. Aquello por lo cual estoy dispuesto a dejarlo todo.
4. Aquello que si lo pierdo o por pensar que lo voy a perder pierdo la paz.

Mateo 19:16-22. Bajar lo que hay en el primer lugar de mi corazón. En el uso bíblico, el corazón denota la totalidad de la persona. Si el tesoro está en los cielos, el corazón estará en los asuntos espirituales, y por tanto expresará las emociones, anhelos y deseos de acuerdo a la voluntad de Dios.

¿Cuál es mi tesoro? Puede ser el trabajo, el dinero, una persona, etc.

Mateo 13: 44-45. ¿A qué tesoro se refiere la Biblia?. Jesús es el tesoro, es aquello por lo cual dejamos todo. El corazón del hombre está donde está su tesoro, es decir sus intereses los determina aquella que más valora.

En Jesús los discípulos encontraron:
-          La felicidad.
-          Aquel que los perdono.
-          Quien creyó en ellos.
-           
Ellos encontraron en Jesús el tesoro.
Tener a Jesús como mi tesoro implica dejar la antigua manera de vivir. No cambiamos porque mi corazón no es de Dios, ya el tesoro de mi corazón es otra cosa. Si Jesús fuese mi tesoro yo cambiaria.

Mateo 19:27. Cuando pierdo a causa de mi tesoro yo cambio.

APLICACIÓN TEOTERAPICA

Proverbios 23: 26. Al tener a Dios como el tesoro de mi vida, no perderé de mi vista sus caminos.

Abraham fue un hombre que dejó de un lado los esquemas, las añadiduras y decidió vivir para creerle a Dios, pues sus ojos, aunque veían otra cosa, su corazón decidió mirar al Dios que se lo había prometido, necesitamos dejar de ver es lado lógico de las promesas que nuestro Padre nos ha regalado y poner nuestra mirada en el Dios que los ha prometido, de esta manera, viviremos vidas de victoria, realización y podremos de esta forma, levar realización también a otros.
Jerusalén, es el lugar apropiado para recordar todas las promesas de Dios y para pedir a Dios que nos permita ver cumplidas sus promesas y vivir la vida plena que Él mismo nos ha prometido.

Ahora entendemos porque es tan importante Jerusalén para el cristiano. Debemos ir con profunda gratitud porque en este sitio se llevó a cabo la obra que nos redimió y la tumba está vacía para confirmar la eficacia universal de esa obra.