13 Como aquel a quien consuela su madre, asĂ os consolarĂ© yo a vosotros, y en JerusalĂ©n tomarĂ©is consuelo. 14 Y verĂ©is, y se alegrará vuestro corazĂłn, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba; y la mano de Jehová para con sus siervos será conocida, y se enojará contra sus enemigos.15 Porque he aquĂ que Jehová vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su reprensiĂłn con llama de fuego. IsaĂas 66:13
INTRODUCCIĂ“N
Toda palabra de Dios es una permanente invitaciĂłn a disfrutar la vida abundante, prospera y fructĂfera que solo Él nos puede dar.
Hay muchas promesas en las Escrituras que especĂficamente se refieren a ser receptores de grandes bendiciones por tener en alta estima una tierra que Dios ama, JerusalĂ©n. JerusalĂ©n es la tierra escogida por Dios, es morada o habitaciĂłn del Señor, es la tierra Santa.
DESARROLLO
VISITAR A JERUSALÉN
Es ir a un encuentro personal con Dios, volver sobre las huellas de JesĂşs, comprobar que la Biblia sigue vigente y asumir un compromiso con la visiĂłn de ganar el mundo para Cristo.
Es cierto que podemos acercarnos a Dios en cualquier lugar, pero aquel que con una adecuada visión espiritual y sobre la base de esas promesas, se da una cita especial con su Papá Dios en su propia casa, disfrutará de ellas.
QUE PROMETE DIOS A LOS QUE SUBE A SU TIERRA Salmo 122:6-9
BENDICIĂ“N INTEGRAL: es decir, abarca todas las áreas de nuestra vida, como la bendiciĂłn que viene de una madre para sus hijos: seguridad y confianza en la protecciĂłn divina, paz y sosiego en medio de las circunstancias difĂciles, salud y fortaleza fĂsica, restauraciĂłn y sanidad de las heridas y faltantes en el alma, avivamiento y poder al espĂritu, prosperidad y bienestar en toda obra de nuestras manos, bienaventuranza y protecciĂłn para nuestra tierra.
EL SEĂ‘OR HA PROMETIDO ALEGRARNOS CON JERUSALÉN: Cada peregrino que sube a Tierra Santa ha podido experimentar cĂłmo Dios cambia su lamento en baile y llena su ser de un gozo inexplicable, el gozo de su Santa presencia. SofonĂas 3:14-17
SEGURIDAD Y CONFIANZA: Nos da fuerza para luchar y seguir adelante victoriosos sobre todo problema y circunstancia, que se le conoce como el consuelo de Dios. Es mucho más que la palmadita en la espalda.
SU PRESENCIA VIVA, PALPABLE Y REAL: Que cambia nuestra debilidad en fortaleza, nuestra tristeza en alegrĂa, nuestra incertidumbre en esperanza. Es la presencia que lo llena todo, lo suple todo y lo satisface todo.
APLICACIĂ“N TEOTERAPICA
Todo mandamiento, precepto y ordenanza establecidos por Dios en su palabra no es otra cosa que la forma como Dios ha decidido bendecirnos. En OraciĂłn dĂgale Señor que te conceda la bendiciĂłn de subir este año a JerusalĂ©n, para disfrutar allĂ de tu amor y tu consolaciĂłn