INTRODUCCIÓN
Los
hijos de Dios anhelamos disfrutar de la prosperidad de Dios que viene como
resultado de estar con él y de poner por obra todos los principios que en su
Palabra ha depositado para llevarnos a vivir una vida con sentido y con mayor
felicidad en todas nuestras áreas. Así,
nos regala un principio extraordinario de prosperidad total, fruto de amar a Jerusalén
y de pedir por ella, sabiendo que cuando amamos lo que Dios ama, podremos
disfrutar de su estima y de su bendición.
Miremos
los aspectos claves que establece para poder disfrutarlo:
1. Gozándonos
con subir y con los que suben a visitarla
(salmo 122:1)
Cuando
amamos profundamente esta tierra, y hemos decidido subir, experimentamos un
raro gozo que viene del corazón de Dios porque iremos a visitarle y a estar con
Él en este especial lugar. Sin embargo,
este gozo no solo se da cuando subimos nosotros o con nuestra familia, sino
cuando sabemos que alguien va a este especial encuentro. Saber lo que causa ir a este lugar nos llena,
aun cuando son otros los que suben pues sabemos que Dios hace maravillas y
prodigios en este lugar.
2. Pidiendo
permanentemente por su paz (salmo 122:3)
Cuando
movemos nuestra oración por la paz de esta tierra especial para Dios logramos
mover la mano de Dios sobre nuestra vida, pues le mostramos alegrar y mover su
corazón, el cual nos retribuye con bendición y paz a nuestra propia vida y
necesidad. Desafiemos nuestra vida a intercer por Jerusalén en todo tiempo, para que podamos
mover así la mano y el corazón de Dios.
3. La
prosperidad, un resultado de amar (Salmo
122:3b)
Sin
duda, cuando decidimos amar y anhelar subir a esta tierra, la prosperidad
vendrá como un resultado inmediato. Dios
no se deja esperar cuando inclinamos nuestro corazón en amar a Israel, extendiendo
así su mano para darnos respuesta en todo lo que necesitamos, llevándonos a
disfrutar de una vida prospera y abundante, como lo ha prometido en su palabra.
APLICACIÓN
TEOTERAPICA
Orar,
amar y anhelar subir a esta maravillosa tierra donde Dios ha puesto sus ojos
pero también su corazón, lograra que Dios conmueva su corazón y podamos ver en
nuestra propia vida el cumplimiento de sus promesas y de todo lo que ha
decidido dar a aquel que ama lo que El
ama.