UNA PERSPECTIVA ADECUADA

 

 

INTRODUCCIÓN:

Como personas somos sensibles a todo lo que nos rodea, algunas son observadoras e intuitivas, por eso pueden adelantarse a las situaciones y preverlas. Pero es esencial mantener la perspectiva correcta de la vida y de las diversas situaciones que afrontamos a diario para no terminar confundiendo la realidad con la expectativa de una fantasía o viviendo en una realidad alterada por nuestras emociones, traumas o paradigmas. La perspectiva de Dios nos ayuda a comprender el panorama general, los propósitos futuros y las razones detrás de lo que sucede a nuestro alrededor. Sin la perspectiva de Dios en nuestra vida, terminamos llenas de frustración constante y mil preguntas sin respuesta.

Veamos cuáles son esos aspectos claves para mantener la perspectiva adecuada de la vida:

1. Cuidarnos de la exageración 

La exageración es una trampa del pensamiento que puede llevar a conclusiones erróneas.  Sobredimensionar las situaciones y los problemas puede reducir la capacidad de lidiar con ellos e influir en nuestro comportamiento y estado emocional.   Cuanto más inflamos la percepción sobre los problemas, más pequeñas e incapaces nos sentiremos para solucionarlos.  Si nos convencemos de estar viviendo una tragedia, la percibiremos como tal y nos será difícil encontrar el equilibrio emocional y mental necesario para resolver las cosas favorablemente.  Si por el contrario, exageramos el valor positivo de una situación, corremos el riesgo de tomar decisiones que comprometan el futuro por exceso de optimismo.

La Biblia nos cuenta el relato de una reina llamada Vasti, que tuvo una perspectiva limitada de su papel como esposa del rey y desobedeció a su llamado, provocando un impacto negativo en la sociedad de la época, como consecuencia fue removida de su cargo (Ester 1:16-18)

2. ¿Qué es la perspectiva?

La perspectiva es la capacidad de ver el panorama general de la vida. La perspectiva consiste en poder ver el bosque además de los árboles, para evitar enredarse en los pequeños detalles cuando hay cuestiones más importantes que considerar.  Normalmente la perspectiva es la manera como miramos al mundo y a las personas, está basada en un sistema de creencias que, sin darnos cuenta, puede afectar nuestras vidas, lo que hacemos, lo que creemos y lo que somos y al final, puede determinar nuestra percepción y visión, de cuál es nuestro propósito en la vida.  Entonces podemos decir que la percepción moldea nuestra vida, es la forma en que vemos el mundo, a las personas que nos rodean y a nosotros mismos. Lo que a menudo olvidamos es que no hay dos perspectivas exactamente iguales.  Cuando vemos las cosas desde diferentes perspectivas, nos abrimos al crecimiento personal, a la empatía y tenemos mayores posibilidades de alcanzar los logros.

3. Cambiando tu perspectiva por la de Dios

¿Alguna vez has tratado de hacer algo, pensando que funcionaría, pero descubriste que no? te faltaba perspectiva. (Pr.14:12), cuando ves desde la perspectiva de Dios, sales de tu limitada forma de pensar y aprendes a pensar como Dios.

• Estudiar la Biblia, conocer a Dios y su Voluntad, te permitirá saber lo que dice acerca de la situación que estás viviendo y te capacita para aprender su verdad sobre el tema. (Pr.4:25)

• Orar pidiendo a Dios que abra tus ojos, para ver las cosas con su óptica (Sal.146:8)

• Buscar el consejo de tu líder espiritual (Pr.4:20-21), estar dispuesta a recibir consejería te mantendrá en una disposición de escucha activa para no encerrarte en tus propias ideas.

• Confiar en el plan que Dios está llevando a cabo (2 Cor.4:18), Dios te creó con un propósito y está dispuesto a cumplirlo en tu vida, solo necesitas poner la mirada en Él y no en las circunstancias que te rodean. 

APLICACIÓN TEOTERAPICA

La forma en que vemos el mundo determina las decisiones que tomamos. Nuestras vidas están hechas de decisiones, por lo que si estamos atrapadas en una perspectiva estrecha, es fácil sentirnos desconectadas e insatisfechas. Tener un punto de vista limitado conduce al aislamiento, ya que nos quedamos atrapadas en nuestras creencias cada vez más profundas y finalmente, dejamos de lado otras posibilidades. Una mujer de fe permite que Dios moldee su perspectiva, actitudes y forma de pensar, renovándose constantemente en el espíritu de su mente (Rom.12:2)

Identifiquemos aquellas áreas o situaciones de vida que hasta el día de hoy habían tenido una perspectiva errada y a la luz de la verdad de Dios visualicemos conforme a los propósitos que Dios tiene con ellas y a través de ellas.