“RECONSTRUYENDO DESDE LOS PEDAZOS”


INTRODUCCIÓN 

En la vida de todo ser humano hay historias y vivencias personales que nos llevan a ser lo que somos hoy. Sin embargo, desafortunadamente, algunas de esas vivencias han afectado nuestro ser de manera desfavorable. Hay situaciones que han golpeado nuestra vida de tal manera que sentimos que hemos quedado hechos pedazos. Tratamos con todas nuestras fuerzas de reparar lo que se ha roto, pero no encontramos respuestas ni una solución eficaz.


Es entonces cuando debemos recordar que únicamente el diseñador de nuestras vidas (nuestro Padre, nuestro Alfarero) es quien puede traernos una verdadera restauración.

  

  1. ¿QUÉ ES RESTAURACIÓN?

La palabra restauración se define como la reparación o el restablecimiento de una obra o creación que, debido al paso del tiempo o a algún acontecimiento externo, ha perdido su diseño original. En la teoterapia, la verdadera restauración consiste en recuperar el diseño original de la obra excelsa de la creación de Dios, que somos nosotros, sus hijos.

Dios restaura la vida deteriorada, las áreas dañadas, tanto por los pecados, debilidades y heridas personales, como por los pecados y heridas que otros cometieron contra nosotros.

“Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder ...”. (Jeremías18:4)


  1. EN LAS MANOS DE NUESTRO RESTAURADOR

Si a alguien le duele que su obra se haya hecho pedazos, es a nuestro Padre, nuestro Hacedor, porque en nosotros está parte de su esencia. Nos hizo con amor. ¿Cómo dejarlo perder si en su mente hay una imagen de su obra, la imagen inicial? De repente, toma nuevamente el barro, le da aliento de vida, lo hace útil en sus manos, y con el mismo material hace otra vasija mejor, diferente en esencia, pues le añade su propio Espíritu.

  • Nos da nueva vida

Al recibir a Jesucristo en nuestro corazón somos una nueva creación.

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. (2 Corintios 5.17)

  • Nos da su paternidad espiritual

Dios, Papá, en un acto voluntario y lleno de amor, nos escogió para adoptarnos en su familia como verdaderos hijos. Ese amor manifestado nos da la capacidad de amar y creer en el amor de otros. (Gálatas 4:5-6)

  • Nos hace comprender nuestra valía

Papá Dios nos acepta tal como somos. Él nos hizo (Salmo 139:13-16). Él sabía cómo íbamos a ser, pues nos hizo en el vientre de nuestra madre. "Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú". (Isaías 43:1)


APLICACIÓN TEOTERÁPICA 

Es necesario que descubramos que somos un regalo de Dios al mundo, que nuestro Padre nos creó con un propósito. Para poder cumplirlo, debemos colocar los pedazos de nuestra vida en sus manos, para que él les dé de nuevo aliento de vida y restaure en nuestras vidas su diseño original. Es por ello que Papá Dios nos manifiesta de nuevo su misericordia, sanando, consolando y vendando todas nuestras heridas. "Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda". (Jeremías 30:17)


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