INTRODUCCIÓN
Todas crecimos y fuimos formadas
en ambientes diferentes. Vecinos, padres, familias, nacionalidades, escuelas,
colegios, compañeros de trabajo etc.
Todas enfrentamos diversas situaciones en las que podemos salir
victoriosas de ellos o quizás perdemos la batalla frente a ellas.
Todas nosotras llevamos con
nosotras un retrato, la foto mental del concepto que tenemos de nosotras
mismas. Las investigacciones han demostrado que los seres humanos tenemos la
tendencia a actuar, nos guste o no, en armonia con nuestro “autorretrato
mental”. El concepto que tenemos de nosotras mismas está estrechamente
relacionado con nuestro bienestar
emocional y espíritual.
Hemos fabricado una imagen
mental de nosotras mismas basado en los sentimientos de aceptación que
recibimos de nuestros padres y demás miembros de nuestra familia; este
autorretrato puede ser cambiado en la medida que aprendemos a vernos como Dios
nos ve: “AMADAS Y ACEPTADAS”
1. CONSECUENCIAS
DE UNA IMAGEN INADECUADA DE MÍ MISMA
Un concepto inadecuado de
nostras mismas nos roba la energía y la capacidad de atención necesaria para
relacionarnos con otras personas, ya que estaremos absorbidas por nuestra
propias insuficiencia. Un concepto propio deficiente distorsiona los mensajes
que recibimos de la gente, y de nuestra manera, nos impider interpretar bien
los acontecimientos de la vida.
Pero hay algo que no podemos
negar, las mujeres representan un porcentaje más alto que los hombres en su
baja autoestima. Según estudios recientes realizado por universidades de alto
prestigio, las mujeres representan cerca del 70% frente a un 30% de los
hombres.
Una de las razones para la baja
autoestima es que muy probablemente estamos poniendo la mirada más en las
tempestades que el Señor.
Cuando Pedro fue caminando
hacia el Señor, anduvo sobre las aguas hasta que quitó la mirada de él . Dice: “Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo y
comenzando a hundirse, dio voces, diciendo : ¡Señor, sálvame !” Mateo 14:30
En el momento en que quitamos
la mirada del Señor y la centramos en la tempestad, empezamos a hundirnos y a ser
vunerables ante las situaciones.
2.
¿CÓMO AFECTA NUESTRA CONDICIÓN FÍSICA Y
EMOCIONAL EN LA AUTOESTIMA?
Somos como un recipiente o vasija, que la vamos llenando, ya sea de
preocupaciones, de enfermedades o de fe. Cuando tu vida este llena de preocupaciones,
enfermedades, baja autoestima y muchas ansiedades, es un claro indicativo de
que no estás poniendo la mirada en el Señor.
Veamos el ejemplo de una mujer que debido a su condición física se
afectó su amor propio.
2.1
La mujer del flujo de sangre (Marcos 5:25-34)
La Biblia nos dice que esta mujer
estaba enferma: Hacía 12 años padecía de flujo de sangre. Esta
enfermedad era tal vez una “metrorragia crónica”, porque la padecía hacía
más de una década y era continua. En cuanto al estado de salud de su cuerpo,
una continua hemorragia, sin duda, le llevaría a gran debilidad y seguramente a
una anemia aguda; veríamos su rostro pálido y con un estado de ánimo decaído
frente a un gran problema sin solución. Mencionaremos algunas situaciones que
vivió esta mujer, que le llevaron a experimentar una baja autoestima, rechazo y
poco amor propio:
ü
Impacto y rechazo social:
a) Sexualmente, la mujer
del flujo de sangre, no podía tocar marido. "Si alguno durmiere con
ella, y su menstruo fuera sobre él, será inmundo por siete días; y toda cama
sobre que durmiere, será inmunda" (Levíticos 15:24)
b) Como ama de casa, la mujer del flujo de sangre, cualquier cosa que tocase era
considerado impuro (No podía lavar platos, barrer el piso, no podía
realizar ningún oficio. "Toda cama en que durmiere todo el
tiempo de su flujo, le será como la cama de su costumbre; y todo mueble sobre
que se sentare, será inmundo, como la impureza de su costumbre" (Levíticos
15:26)
c) La mujer del flujo de sangre,
socialmente no podía saludar a nadie; porque si tocaba a alguien quedaba
inmundo. "También cualquiera que tocare cualquier mueble sobre que ella se
hubiere sentado, el que lo tocare será inmundo hasta la noche" (Levíticos
15: 22)
d) Espiritualmente, la mujer del flujo de sangre, no se le
permitía entrar al templo.
f) Físicamente, la mujer del flujo de sangre, estaba agotada y terminaría
siendo desterrada.
2.2
Habia buscado ayuda de muchos médicos y Habia
gastado todo lo que tenia
Los médicos y remedios no le habian ayudado, no
habia nada más que hacer, sus esfuerzos habian sido inútiles al igual que su
dinero.
2.3
Sobrepaso el menosprecio, el rechazo , la
critica y a su propia baja autoestima
Cuando ella oyó hablar de Jesús, se acercó a
Él por detrás entre la multitud y tocó su manto. Porque decía “Si tan solo toco sus ropa, sanaré”.
Ella no solo tenia una enfermedad física sino también del alma, porque su
condición provocaba que fuera rechazada, menospreciada y criticada.
El miedo al rechazo, menosprecio y su poca
estima pudo haberla detenido, pero no
fue asi, su fe fue tan grande que creyó que tocando el borde del manto sería
sana; Jesús quiere sanarnos fisica y emocionalmente.
Esta mujer deja el temor a la critica, al qué
dirán, al menosprecio. Esta mujer en ese momento de su vida no solo tenia
problemas en su cuerpo externo, sino también en su corazón. Los problemas de su
cuerpo eran enfermedad, delgadez, pobreza,
anemia; los problemas del corazón
eran soledad, temor, desanimo. Pero cuando tocó el manto de Jesús empezó a
sentir un cambio en su vida.
2.4
¿Cuánto tiempo hacía que esa pobre mujer no
escuchaba una palabra cariñosa?
Jesús vino a consolar a esta mujer;
probablemente ella ya se habia habituado a que la llamaran “Inmunda”. Pero aqui
Jesús la llama Hija (Vr. 34).0, Para el que está hambriento, el amor puede
ser un banquete y Jesús le dio un banquete a esta mujer.
Jesús está dispuesto a hacer de ti lo que
nadie está dispuesto a hacer. Él es el único que mira lo que tú has sido, lo
que eres y lo que serás algún día.
3.
CLAVES DE UNA CORRECTA IMAGEN DE NOSOTRAS
MISMAS
3.1 Dios y su palabra corrigen nuestras
creencias erroneas y falsas
Una de las creencias falsas es pensar que una
actitud de desprecio, de critica a uno mismo es agradable a Dios; la verdad es
que el desprecio propio no es verdadera humildad, y va en contra de las mismas
enseñanzas básicas de la fe. Una persona que se autodesprecia se vuelve
egocentrica en extremo, pues siempre se está mirando a sí misma y poniéndose a
prueba.
3.2
Recibe la estimación propia de Dios
Desarrolla la imagen de su valor a partir de
Dios, no a partir de reflejos falsos que le han llegado del pasado.
3.3 Para Dios valiosas en extremo
Nos ama profundamente, nos ha honrado
colocándonos en posición de hijas y él es nuestro padre. Nos estima grandemente.
Debemos disponernos para que el Espíritu Santo nos sane ( Rom 12:2)
Pídale a Dios que le detenga cada vez que va a rebajarse.
Reconozca los dones y talentos que el Señor le ha dado, dejese amar por Él.
Tenga un sentido de pertenencia, sientase amada, valorada, aceptada.
Tener un sentido de competencia: “puedo hacer esta tarea; puedo hacerme cargo de esta situacion , soy capaz de hacer frente a la vida”
Hay que aceptar las circunstancias que nos
tocó vivir, sin envidias, sin rencores, sin protestas. Ninguna de las que
estamos aqui decidimos en qué año o en qué país nacer, qué padres tener; tampoco
decidimos acerca del cuerpo que poseemos. Nadie decidió ni eligió su hardware.
Preguntémonos ¿Qué hubiera pasado si esta
mujer solo se hubiera quedado con lo que sabía de Jesús y nunca se hubiera
atrevido venir a tocarlo? Probablemente no hubiera vivido mucho. Pero su fe la
llevó a la persona correcta, a la persona que en su amor está dispuesta a
trasformarnos en aquello para lo que nos creó.
Evidentemente, era una situacion muy dificil
la que estaba atravesando esta mujer que le provocaba este dolor tan profundo.
Su autoestima y su amor propio se habian quebrado por esas situaciones, pero lo
importante es que Dios la restauró de una manera impresionante.
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