INTRODUCCIÓN
Uno de los ejemplos más trascendentales del siglo XX fue Nelson Mandela, un
abogado, que luchó contra el Apartheid (sistema político en Sudáfrica que
otorgaba privilegios a la minoría blanca y discriminaba a la población negra,
que tenía menos derechos). Sus luchas son un ejemplo vivo de perdón, sabiduría
y libertad. Una de sus enseñanzas, por ejemplo, fue que la lucha por los sueños
es constante y que el simple hecho de soñar ya nos hace ganadores. Después de
haber estado tantos años en la cárcel, Mándela salió de prisión con un mensaje
de reconciliación y unidad como única vía para reconstruir Sudáfrica,
demostrando que tenía las habilidades suficientes para ser el primer presidente
negro del país y lograr la reunificación de manera pacífica. Una de sus frases
célebres es “El perdón libera el alma, elimina el miedo. Por eso es una
herramienta tan poderosa”.
Esta frase de Mándela representa las bases de la filosofía de la
reconciliación que él activamente defendió e impulsó en Sudáfrica, y que dio
como fruto la unión nacional en ese país. Razones y motivos le sobraban para
llenarse de odio y resentimiento, pero decidió el camino del perdón y la paz
para unir a su pueblo. Si algo caracterizó a Mándela, fue ser paciente, supo
resistir 27 años en prisión sin desesperarse, sin perder sus ideales, sin
perderse a sí mismo y sin perder la esperanza de algún día ser libre y mediante
ello, liberar a su país.
1. BIENAVENTURADOS LOS PACIFICADORES
“Bienaventurados los
pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.”
Mateo 5:19
La palabra “pacificador”
viene del latín pacificator y significa “el que hace llegar a la paz”. Sus
componentes léxicos son: paz (paz), facere (hacer), más el sufijo -dor (agente,
el que hace la acción).
Las bienaventuranzas nos llevan a
comprender lo que implica ser discípulas de nuestro Señor Jesús, y en este
versículo reflexionamos sobre la felicidad y la dicha que trae a nuestras vidas
el ser pacificadoras. Solo cuando una mujer entiende en su corazón el perdón de
Dios otorgado por medio de Jesús en la cruz y lo experimenta en su vida, podrá
proyectarlo en su entorno, viviendo en armonía con quienes le rodean. Cuando,
por el contrario, no lo vivimos, generaremos constantemente un ambiente de
conflicto y malos tratos, trayendo así amargura para nosotras y para los demás.
Preguntémonos ¿nuestras acciones diarias
son pacificadoras o contenciosas?
2. LA DUREZA
“Y en Maón había un hombre que tenía su hacienda en
Carmel, el cual era muy rico, y tenía tres mil ovejas y mil cabras. Y aconteció
que estaba esquilando sus ovejas en Carmel. Y aquel varón se llamaba
Nabal, y su mujer, Abigail. Era aquella mujer de buen entendimiento y de
hermosa apariencia, pero el hombre era duro y de malas obras;
y era del linaje de Caleb.”1 Samuel 25:1-2 RVC
La palabra de Dios nos habla
de Abigaíl; la describe como una mujer sensata y hermosa, casada con un hombre grosero,
duro en su forma de tratar a los demás y lleno de maldad.
En los versículos del 4 al 9
David envía diez de sus hombres a pedirle ayuda a Nabal, y vemos cómo el
mensaje enviado es respetuoso y cordial, sin embargo, su respuesta fue llena de
tanta dureza e insensatez, que desató una situación grave para su familia y para
su pueblo.
La respuesta de Nabal en el versículo
10 estaba llena de dureza hacia David, quien por mucho tiempo había cuidado de
sus ovejas, asegurándose de que ni una sola se perdiera.
“¿Quién es ese tipo David? les dijo
Nabal con desdén—. ¿Quién se cree que es este hijo de Isaí? En estos días hay muchos siervos que se escapan de sus
amos. ¿Debo tomar mi pan, mi agua y la carne que destacé para mis
esquiladores y dárselos a un grupo de bandidos que viene de quién sabe dónde?”.
V10 NTV
La palabra desdén significa, indiferencia, menosprecio, desaire y
desatención; designan la acción con la que se pretende humillar o mostrar a
alguien que es indigno, generalmente negándole la atención o bien, rehusando un
regalo o presente.
Cuando caemos en la insensatez, ésta nos lleva a la dureza en el trato
hacia los demás, sintiéndonos superiores, mostrando constantemente
comportamientos que tienden a humillar y menospreciar a nuestros esposos,
hijos, amigos, compañeros de trabajo, discípulos y líderes. Nabal era un hombre
rico y seguramente ello le hacía tener una falsa seguridad, sintiéndose
superior a los demás; sin embargo, no percibía que en realidad era una persona
pobre interiormente; carecía de valores como el amor al prójimo, la humildad,
la gratitud, la generosidad, la misericordia y, por el contrario, estaba lleno
de maldad.
2. LA DUREZA DESATA LA CONTIENDA
“En ese momento, David decía: «¡De nada
sirvió ayudar a este tipo! Protegimos sus rebaños en el desierto y ninguna de
sus posesiones se perdió o fue robada. Pero él me devolvió mal por bien. ¡Que
Dios me castigue y me mate si tan solo un hombre de su casa queda
con vida mañana por la mañana!”. V 21 – 22 NTV
La dureza e insensatez de
Nabal hacia David había provocado una guerra y la consecuencia de esta sería la
muerte de muchas personas inocentes. Como mujeres sabias necesitamos tener
cuidado con lo que guardamos en corazón, porque tarde o temprano la lengua
terminara sacando lo que allí atesoramos, y terminaremos contaminado a muchas
personas. ¿Cuántos conflictos podemos desatar por no ser prudentes en lo que
decimos?
“La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra
áspera hace subir el furor. La lengua de los sabios adornará la
sabiduría; mas la boca de los necios hablará sandeces.”
Proverbio
15:1-2
3. ABIGAIL, UNA MUJER PACIFICADORA
Abigaíl
nos deja muchas enseñanzas sobre cómo tener relaciones interpersonales sanas y
sobre cómo tratar a los demás.
1.”
Cuando Abigail vio a David, enseguida bajó de su burro y se inclinó ante
él hasta el suelo.” V23 a. Inclinarse es símbolo de cortesía, respeto y reconocimiento.
Nuestro cuerpo tiene la capacidad de comunicar, por ello es necesario tomar en
cuenta lo que con él expresamos. Abigaíl comunico respeto hacia David, lo que
de inmediato da apertura a iniciar un diálogo cordial.
2. “Toda
la culpa es mía en este asunto, mi señor. Por favor, escuche lo que tengo
que decir.” En muchas ocasiones para
nosotras las mujeres es más importante tener la razón, nos enceguecemos y
terminamos buscando a toda costa nuestro bien personal. Abigaíl no pensó en
ella, pensaba en su pueblo, en cuántos inocentes podían morir por la falta de
su esposo. 1 Corintios 10:24.
3. “Sé que Nabal es un hombre perverso
y de mal genio; por favor, no le haga caso. Es un necio, como significa su
nombre.” V5 b.
Actuó con sabiduría, sabía que la actitud de su esposo había desatado enojo
en David, desatando un deseo de vengarse, olvidándose de quien era él,
queriendo hacer justicia por su propia mano, olvidándose que si algo Dios le
había enseñado, era que El mismo peleaba sus batallas Proverbios 26:4-5.
“Ahora, mi señor, tan cierto como que
el Señor vive y que usted vive, ya que el Señor impidió que usted matara y tomara
venganza por su propia mano, que todos sus enemigos y los que intenten hacerle
daño sean tan malditos como lo es Nabal.” V 26
4. “Aquí tengo un regalo que yo, su sierva, le he traído a usted y a sus
hombres”.
V 27
Hay detalles que pueden quitar la
aspereza que se ha podido generar en una relación. Abigaíl hizo todo lo que
estaba a su alcance para revertir la guerra anunciada por David a causa del
pecado de su marido. Fue capaz de asumir la responsabilidad de encontrar un
camino para mediar la reconciliación y evitar muertes, e incluso evitar que
David pecara contra Dios.
“Le ruego que me perdone si lo he ofendido en alguna manera. El Señor seguramente
lo recompensará con una dinastía duradera, porque pelea las batallas
del Señor y
no ha hecho mal en toda su vida”.
V 28
5. “Cuando el Señor haya hecho todo lo que prometió y lo haya hecho líder de
Israel, que esta no sea una sombra en su historial. Entonces su
conciencia no tendrá que llevar la pesada carga de derramamiento de sangre y
venganza innecesarios. Y cuando el Señor haya hecho estas grandes cosas para usted, por favor, ¡acuérdese
de mí, su sierva!“ V 30-31.
La mujer sabia edifica y no
destruye y en Abigaíl vemos cómo es usada por Dios para hacer entrar en razón a
David. Le hizo recodar quién era él, a qué estaba llamado y cómo sus acciones
le harían llevar la carga de la muerte de gente inocente. Nuestro llamado como
mujeres no es a encender la ira, sino a aplacarla para evitar la destrucción de
nuestra familia.
6.” David le respondió a Abigail:¡Alabado sea el Señor, Dios de Israel, quien hoy te ha enviado a mi
encuentro! ¡Gracias a Dios por tu buen juicio! Bendita seas, pues me has
impedido matar y llevar a cabo mi venganza con mis propias manos”. V32 -33
David, reconoce que Abigaíl fue enviada por
Dios para impedirle tomar venganza con sus propias manos, lo cual traería
graves consecuencias para su vida, y por ello dejó que Dios actuara por él.
“Entonces David aceptó su regalo y le dijo:
Vuelve a tu casa en paz. Escuché lo que dijiste y no mataremos a tu esposo”. V
35
“Por la mañana, cuando Nabal
estaba sobrio, su esposa le contó lo que había sucedido. Como consecuencia tuvo
un derrame cerebral y quedó paralizado en su cama como una piedra. Unos
diez días más tarde, el Señor lo hirió y murió”. V 37-38
¿Cuál es el camino que
queremos emprender, el de aquellos que anuncian la paz o el de aquellos que
anuncian constantemente el conflicto, la discordia, el malestar, haciendo
irritar constantemente a los demás?
Aplicación Teoterápica
Convertirnos en
agentes de paz debe ser el anhelo de cada una de nosotras, llevando siempre la reconciliación
como nuestra bandera, entendiendo que ese es el ministerio de nuestro Señor
Jesucristo, el cual Él mismo nos ha confiado. Contamos son la bendición de
poder llevar su mensaje de paz a quienes están a nuestro alrededor, pero para
ello necesitamos primeramente revisar cómo está nuestra comunión con nuestro
Padre, pues solo así seremos mujeres sabias, prudentes, y llenas de juicio para
comunicarnos de forma asertiva. Necesitamos tomar la decisión de hacer todo lo
que esté a nuestro alcance para vivir en un ambiente de paz y armonía.
Renunciemos a la dureza, ya que ésta evidencia amargura de corazón. Podemos ser
firmes, pero amorosas.
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