Introducción
Es natural cansarse en la vida.
Nos cansamos de hablar, de llorar, de reír, de esperar, de creer y soportar. El
cansancio es explicable. Esto forma parte de la vida desde que nacemos hasta
que morimos. Usted se va a la cama en la noche porque está cansado. Así que es
natural el cansancio físico, pero también nos cansamos en
nuestras emociones. Un día usted no se cansará más porque
Dios le dará un cuerpo nuevo en la resurrección de los muertos.
¿Se ha cansado de tolerar el
carácter de una persona? ¿Se ha cansado estar dando siempre y no recibir?
Seguramente que sí. Sin embargo, la Biblia nos dice que hay algo de lo que no
debemos cansarnos; eso es, de hacer el bien.
Es cierto que hay personas cuyas
actitudes producen un deseo de no seguir ayudándoles, y hasta sentimos que
estamos perdiendo el tiempo, pero una y otra vez la Biblia nos exhorta a no
abandonar esta tarea porque nos sentimos cansados. Así que hacer el bien es un
mandato de parte de Dios. Es una tarea para cada creyente.
Es cierto que la maldad
de muchos pareciera cerrar nuestros deseos de obrar bien y de
labrar la dicha ajena, pero el mandato de Dios de hoy es que no nos cansemos de
hacer el bien. Cánsese de otra cosa, pero no de hacer el bien.
El llamado de Dios es para que cuidemos nuestro corazón de modo que no se
cierre o se enfríe por la maldad de los otros.
Desarrollo
1.
Concepto de Cansancio: Debilidad o falta de
fuerza física, generalmente provocada por la realización de un esfuerzo o
trabajo.
¿Porque nos cansamos emocionalmente?
•
Desconocemos
el propósito de Dios sobre las circunstancias.
Bienaventurado el hombre que
persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la
corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman. Santiago 1:12
•
Nulo o poco
comunión con Dios.
También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad
de orar siempre, y no desmayar Lucas 18:1
·
No
descansamos en Dios y sus propósitos.
Solo en Dios halla descanso mi
alma;
de él viene mi salvación. Salmo 62:1
·
Se actúa
bajo su propia Voluntad. Forzamos la nuestra
Hacer tu voluntad, Dios mío, me agrada; tu
ley la llevo dentro de mí (Sal 40:8).
2.
¡Hacer el
Bien!
ü vio Jehová que la maldad de los
hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del
corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Genesis 6:5
ü “No niegues el bien a quien se le
debe, cuando esté en tu mano el hacerlo” (Proverbios 3:27).
ü Amad, pues, a vuestros enemigos,
y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón
grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos
y malos. Lucas 6:35
ü Pues es mejor padecer por hacer el bien, si así es la voluntad
de Dios, que por hacer el mal. 1 pedro 3:17
APLICACIÓN
TEOTERAPICO
ü Para no cansarme o desanimarme,
debo asegurarme de que mis motivaciones estén en orden. ¿Por qué sirvo y
bendigo a la gente? ¿Es porque espero el agrado, el amor y la gratitud a
cambio? ¿O es porque Dios me está impulsando a hacerlo, sin importar lo que los
demás digan?
ü Dice en Juan 5:44: “¿Cómo podéis
vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la
gloria que viene del Dios único?“.
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