¡TODO LO QUE NECESITO!

 

INTRODUCCIÓN

Cuando nos encontramos frente a un obstáculo que aparece de manera inesperada o simplemente, cuando los planes no salen como los teníamos visualizados, ¿cuál es nuestra reacción?

Las respuestas frente a esos obstáculos podrían ser muchos, así como son muchos los dones, talentos y características de las mujeres. Enumeremos algunas de esas reacciones en donde una de ellas podría ser la persistencia, pero contrario a ello también es posible que una de las reacciones sea el darnos por vencidas, debido a los sentimientos de frustración. La frustración es la respuesta emocional desagradable que se genera ante la imposibilidad de cumplir con un deseo, una necesidad, una idea o una expectativa que nos habíamos planteado; cuando esto pasa, solemos reaccionar emocionalmente con rabia, decepción, ansiedad, desesperación, una sensación de vacío no saciado, etc.

Podríamos decir que todo esto es una emoción inherente a la vida humana; y frente al hecho de asumir la imposibilidad de lograr todo aquello que se desea en el momento en que se anhela, el punto clave reside en la capacidad de gestionar y aceptar la discrepancia entre la vida real con nuestras expectativas. El origen no se encuentra en la situación externa en sí misma, sino en la forma en la que la enfrentamos.

“Mis días van pasando, mis planes se frustran junto con los anhelos de mi corazón.” Job 17:11

1. LO QUE PUEDE FRUSTRAR A UNA MUJER

“Pero Penina la molestaba y la hacía enojar hasta entristecerla, porque el Señor no le había concedido tener hijos. Y cada año era lo mismo: Penina se burlaba de Ana cada vez que iban a la casa del Señor, y por lo tanto Ana lloraba y no comía.” 1 Samuel 1:6 versión RVC

Tratemos de entender un poco la situación en que se encontraba Ana. ¿Qué sentiría ella al saber que no era exclusiva? Seguramente era muy doloroso; y si a esto le sumamos que durante muchos años intentaba y hacía de todo para quedar embarazada sin ver resultados, podríamos decir que esta mujer llevaba un dolor muy profundo. Penina, su rival, sabía perfectamente lo que Ana vivía y se aprovechaba de ello para aumentar su frustración, burlándose de ella por el hecho de no tener hijos; esto llevo a Ana a reforzar ese ciclo tan dañino en sus emociones:

Para una mujer es absolutamente necesario cuidar de su área emocional a través de una comunión sana con su Padre y Creador, Dios; ya que la vida nos puede sorprender con situaciones que son difíciles de llevar en nuestras propias fuerzas.

1. AFRONTANDO LA SENSACIÓN DE FRUSTRACIÓN

Muchas veces podemos pensar que los culpables de nuestra frustración son los demás, las situaciones externas o las dificultades que estamos viviendo, y por ello nos cerramos en estas, buscando respuestas humanas para resolverlas, sin ver ningún resultado. El problema de Ana no era Penina, ni mucho menos su infertilidad, era no buscar a Dios como su primer amor.

Esta historia Bíblica nos cuenta que todos los años Ana subía a adorar a Dios. En este tiempo, esto podría asimilarse con la asistencia y el servicio que con regularidad realizamos en todas las actividades ministeriales; pero, posiblemente como Ana, aunque asistamos y sirvamos, en el interior decimos “Aún no veo la respuesta”. Como Ana, podemos estar cumpliendo, pero nuestro corazón está muy alejado de Dios. A esta actitud podríamos denominarla interés o conveniencia; muchas mujeres buscan al Señor solo para que responda a sus peticiones y anhelos, sin buscarle por amor.

Podremos entonces concluir que el origen del problema no se encontraba en las situaciones externas, sino en la forma en que enfrentaba ese anhelo no cumplido.

“Un día, Elcana le preguntó: Ana, ¿por qué lloras? ¿Por qué no comes? ¿Por qué estás afligida? ¿Acaso yo no soy para ti mejor que diez hijos?” 1 Samuel 1:8

En el anterior pasaje Bíblico vemos cómo su esposo la confronta con varias preguntas que le llevan a reflexionar sobre su estado integral:

Área espiritual: ¿por qué estas afligida?

Área emocional: ¿por qué lloras?

Área física: ¿por qué no comes?

Cuando nos sentimos frustradas, esta sensación nos lleva a no valorar el resto de las cosas o personas que Dios nos ha regalado, nos cuesta ver que somos mujeres privilegiadas, y caemos en la conmiseración.

Nuestra vida no se acabará por no ver la respuesta esperada. Necesitamos aprender a mirar, no solo lo que nos falta, sino también lo que ya Dios nos ha otorgado y disfrutarlo.

2. CUANDO UNA MUJER ES CONFRONTADA EN AMOR, SU REACCIÓN SERÁ LEVANTARSE PARA DEJARSE TRATAR POR DIOS

Cuando Ana entendió que lo único que necesitaba era acercarse a Dios con un corazón sincero, encontró descanso para su alma, se levantó y comió, porque decidió buscar a Dios con todo su corazón. “Y Ana se levantó, después de comer y beber en Silo” 1samuel 1:9ª

En muchas ocasiones nuestra motivación para buscar a Dios son sus milagros, su bendición, y cuando lo que quiero tarda para llegar, terminamos alejándonos de su presencia, o buscándole por compromiso o por costumbre.

Esta mujer decide hablar con su Padre Dios para contarle lo que hay en su corazón, sacando todo sentimiento de frustración y amargura, lo cual le causaba infertilidad física. Ahora sus lágrimas estaban limpiando su interior y la presencia de Dios estaba quitando el conflicto, el dolor, abriendo paso a la sanidad interior. Cuando la motivación para buscar a Dios deja de ser que Él me responda, cuando abandonamos la auto idolatría y entendemos que el motivo de nuestra oración debe estar centrada en Él más que en nuestras necesidades, es cuando su respuesta llega a nuestra vida.

“Entonces ella oró y lloró al Señor con mucha amargura, y le hizo un voto. Le dijo: «Señor de los ejércitos, si te dignas mirar la aflicción de esta sierva tuya, y te acuerdas de mí y me das un hijo varón, yo te lo dedicaré, Señor, para toda su vida. Yo te prometo que jamás la navaja rozará su cabeza.»” 1 Samuel 1:10-11

En el caso de Ana, su motivación cambió, ahora ya no quería un hijo para ella, para llenar su vacío, para sentirse realizada, para que su esposo la amara o inclusive para decirle a Penina, mira ya tengo un hijo, ahora ella no quería eso, le dice de corazón al Señor “dame un hijo varón, yo te lo dedicaré”. Que extraordinario ver como su corazón y su oración tocaron el corazón de Dios, quien le responde ahora te digo si, Ana.

“Disfruta de la presencia del Señor, y él te dará lo que de corazón le pidas.” Salmo 37:4

3. ÉL ES TODO LO QUE NECESITO

“Yo tengo todo lo que necesito; estoy siempre a tu lado,

me llevas de la mano derecha. Tú me guías y me das consejo, y después me llevarás con honor. ¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti?

Si estoy contigo, no quiero nada más en la tierra. Puede que mi mente y mi cuerpo se destruyan, pero tengo a Dios que es la roca que amo; él es todo lo que necesito en mi vida.” Salmo 73:23-26

La historia de vida de Ana nos permite entender que lo único que realmente necesitamos es buscar a Dios con todo el corazón. Cuando lo hacemos diariamente de esta manera, estaremos disfrutando cada día de todo su amor.

La realización y plenitud de una mujer se encuentra en amar a Dios dándole siempre el primer lugar en nuestra vida. Cuando le buscamos de corazón y nos deleitamos en Él nos daremos cuenta de que Dios mismo es el primer interesado en concedernos todo aquello que nos genere felicidad y realización total. Si queremos ver cómo se cumplen sus promesas en nuestras vidas, necesitamos entender que lo más importante es buscar su rostro.

APLICACIÓN TEOTERÁPICA

En este año es necesario que como mujeres perseveremos en el primer amor, solo así nos cuidaremos de caer en una vida religiosa, donde sólo le busquemos para que responda a nuestras oraciones. Nuestra decisión debe ser buscarle con el corazón para ser sanadas de todo aquello que pueda estar contaminándonos, llevándonos a experimentar amargura y frustración, síntomas de quienes ya no buscamos a Dios como al principio.

La vida de Ana fue restaurada, su corazón fue mudado en otro, Dios le dio un hijo que antes de ser concebido ya lo había dedicado para ser siervo de Dios (el profeta Samuel).