Después de David realizar una ceremonia pública donde le
“pasa la antorcha” a Salomón, le hace un énfasis en la responsabilidad de
construir el templo.
Pero la exhortación de David a Salomón va más allá de ello,
comienza con el aspecto más importante – enfatizar un compromiso genuino con una relación real con el Dios
viviente. David esencialmente le dijo a Salomón: “El secreto de mi éxito ha
sido mi relación con Dios. Debes procurar la misma relación”.
1.
LA INSTRUCCIÓN ¿CÓMO HE DE AMAR Y SERVIR A DIOS?
1 Crónicas 28:9
Y
tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón
perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de
todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo
hallarás; más si lo dejares, él te desechará para siempre.
Un corazón perfecto de un
siervo es un corazón lleno de amor hacia Dios. El amor es el vínculo perfecto,
por tanto, todo lo hace bien y perfecto. Dios quiere que tengamos un corazón
que permanezca amando a Dios para servirle con un corazón lleno de amor y como
Él quiere: “Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón”.
1.2 Con
ánimo voluntario (con toda mi alma).
Ánima en latín es Alma. Animo
voluntario es con un alma voluntariosa. Sometiendo mi voluntad para servirle a
Dios.
1.3 El intento del pensamiento
(con toda la mente).
Amaras al Señor tu Dios…con
toda tu mente. Dios entiende las intenciones de los pensamientos. Los
pensamientos anteceden a las acciones.
¿Cuáles son los pensamientos
que están en mi mente? ¿Qué reflejan aun en mis momentos de ocio? ¿Reflejan el
corazón perfecto y el ánimo voluntario? Si reflejan algo contrario al corazón
perfecto y al ánimo voluntario es porque estoy dejando el primer amor (Señal de
enfriamiento).
1.4 Esfuérzate (con
todas mis fuerzas).
1 Crónicas 28:20
Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y
esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová
Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que
acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová.
1.
Anímate
2.
Esfuérzate con todas tus
fuerzas
3.
Manos a la obra
"Amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus
fuerzas." Marcos 12:30
El ánimo y el esfuerzo es para
la obra ¿Cuál obra? La de Dios. La obra que hago con ánimo voluntario en la
casa de Dios hasta acabarla v.20b.
LA PROMESA:
No temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; Él no te
dejará ni te desamparará hasta que acabe toda la obra.
Primero está el amar y servir
a Dios con un corazón perfecto, ánimo voluntario y con esfuerzo, y después el
ir a trabajar “a la obra con nuestras manos”. Muchos lo que hacen es manos a la
obra y obvian lo primero.
Dios tiene contra mí que he
dejado el primer amor. Recuerda, arrepiente, y haz las primeras obras. No puedo mirar alrededor buscando a quién le
corresponde este reclamo de parte de Dios, es “Contra mí”. (Ap. 2:2-5).
1 Crónicas 29:14-15
Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para
que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es
tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos. Porque nosotros,
extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y
nuestros días sobre la tierra, cual sombra que no dura.
¿Quién soy yo? Hacernos esta
pregunta es recordar permanentemente de dónde nos ha sacado Dios, de dónde hemos
caído. De ahí viene el arrepentimiento y el hacer las primeras obras. Quién soy
yo para ofrecer cosas semejantes, incluso el actuar voluntariamente. Nunca
olvidar.
No es que le esté haciendo un
favor a Dios o a alguien. El actuar voluntariamente es una bendición de Dios,
es un honor que Dios le concede en el corazón a muy pocos, mucha gente se
resiste y le cuesta mucho ofrecer.
ARREPENTIRME Y CONVERTIRME
2
Crónicas 6:37-38
…y ellos volvieren en sí en la tierra donde
fueren llevados cautivos; si se convirtieren, y oraren a ti en la tierra de
su cautividad, y dijeren: Pecamos, hemos hecho inicuamente, impíamente
hemos hecho; si se convirtieren a ti de todo su corazón
y de toda su alma en la tierra de su cautividad, donde los hubieren llevado
cautivos, y oraren hacia la tierra que tú diste a sus padres, hacia la ciudad
que tú elegiste, y hacia la casa que he edificado a tu nombre;
Quien se convierte es porque
se ha arrepentido. La conversión es de todo el corazón y de toda el alma ¿Para
qué? Para amarle y servirle con todo el corazón y el alma. ¿Para qué
convertirme de toda mi alma? Para ofrecerle voluntariamente, para servirle
voluntariamente.
Un síntoma de un corazón duro
es hacer las cosas porque toca; por ejemplo, decir o pensar “Es que hay cosas con
las que no estoy de acuerdo pero me toca hacerlo”. Eso no es hacerlo con todo
el corazón, con toda mi alma, con toda mi voluntad.
Beneficios de amar y servir a
Dios con un corazón perfecto y ánimo voluntario
1 Crónicas 6:39
…tú
oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y su ruego, y
ampararás su causa, y perdonarás a tu pueblo que pecó contra ti.
·
Dios oye desde los cielos
·
Ampara nuestra causa
·
Perdonará al que ha dejado su
primer amor
1 Reyes 11:1-4 ¿Qué pasó con
Salomón?
Pero el rey Salomón amó, además de la hija de
Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las
de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; gentes de las cuales
Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se
llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras
sus dioses. A estas, pues, se juntó Salomón con amor. Y tuvo setecientas mujeres reinas y
trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su
corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová
su Dios, como el corazón de su padre David.
Salomón llevó a cabo la gran
obra de manera magnífica, trabajó arduamente, fue enriquecido grandemente,
hábil en los negocios, sabía como invertir, pero dejó su primer amor, aquel que
su padre le había advertido. Su corazón
dejó de ser perfecto delante de Dios v.4.
Cuando mi deleite está en algo
diferente a Dios, el corazón ya no es perfecto, porque ya no va en busca de
Dios. Salomón tuvo muchas mujeres que inclinaron su corazón; le sirvió a Dios
en un principio con ánimo voluntario, pero ahora estaba haciendo la voluntad de
estas mujeres. Ya las cosas de Dios no lo animaban, sino que lo animaban mucho
más otras cosas. Lo que más debe animar mi vida tiene que ser la voluntad de
Dios, cumpliéndola con ánimo voluntario; ésta es una decisión del alma, y ahí
está mi voluntad.
1 Crónicas 6 y 7 son de los
pasajes insignes pero mire lo que antecede a todo esto.
·
Hace lo malo delante de Dios
1 Reyes 11:6
E
hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová
como David su padre.
¿Somos
inmunes a ello? ¿Porque ya tenemos muchos años, o somos ancianos en las cosas
de Dios, todo está bien? “Yo ya he pasado por todo”. Aún en la vejez podemos
dejar el primer amor. Salomón no prestó atención a aquellos síntomas que lo
estaban alertando. No recordó las palabras de su padre. Olvido el ¿Quién soy
yo? Hizo una obra extraordinaria, pero al final hizo lo malo delante de Dios, y
no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre.
¿A
quién estaba siguiendo, a quien servía Salomón? Mi corazón se inclina hacia
quien yo sirvo.
·
No guardó lo que Dios le mandó
1 Reyes 11:10-11
10 y le había mandado
acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; mas él no guardó lo que le
mandó Jehová. 11 Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha
habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé,
romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo.
¿Qué pasó con el pacto, con el legado? Lo rompió
Salomón, no Dios. En la medida que hemos avanzado podemos caer en el Fariseísmo, auto idolatría; éste es un gran
peligro.
A pesar de que Salomón incumplió el pacto, Dios
es fiel y no lo rompe totalmente por amor a David, aquel que lo amó con corazón
perfecto, aquel que le sirvió con animo voluntario, aquel cuya intención de los
pensamientos entendió Dios, aquel que le amó con todas sus fuerzas.
Y tampoco rompe el pacto por amor a Jerusalén, la
cual había elegido.
1 Reyes 11:13 Pero no romperé todo el reino, sino que
daré una tribu a tu hijo, por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén,
la cual yo he elegido.
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
La mejor manera de saber si
realmente estamos amando a Dios es mirando si nuestro corazón es perfecto, si
estamos sirviendo a Dios con animo voluntario, con las intenciones de los
pensamientos y con todas las fuerzas.
Aspiramos
a ir a Jerusalén, a nuestra amada Israel. Esta Jerusalén por la cual hemos orado.
Muchos han cantado y orado este salmo sin siquiera estar allá: “Nuestros pies estuvieron Dentro de tus
puertas, oh Jerusalén” (Salmo 122:2), sin haber ido, y lo recibirán porque esa
es la promesa. Aspiramos este año volver a Jerusalén y lo haremos con un
corazón perfecto y con ánimo voluntario para servirle. Dios es fiel a su pacto. Vamos a ir a
aquel muro para decirle esto a Dios, que queremos volver al primer amor, para
recordar de dónde hemos caído y arrepentirnos y para nuevamente hacer las
primeras obras. Por amor de David, su siervo, y por amor a Jerusalén cumplirá
su promesa: “no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará
contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para
el servicio de la casa de Jehová”.
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