LA LENGUA CALUMNIADORA



Los calumniadores hacen declaraciones maliciosas, falsas o incluso verdaderas sobre otros con la intensión de dañar su reputación, su carácter o su buen nombre.

Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?
¿Quién morará en tu monte santo?
2 El que anda en integridad y hace justicia,
Y habla verdad en su corazón.
3 El que no calumnia con su lengua,
Ni hace mal a su prójimo,
Ni admite reproche alguno contra su vecino.
Salmo 15:1-3

La difamación es un acto ilegal y diabólico que Dios aborrece.

Estudiemos el caso de Diotrefes en la biblia

El nombre Diótrefes viene del griego que significa “Alimentado por Zeus”. Fue dirigente en la iglesia donde se congregaba el hermano Gayo. No usurpó el cargo, sino que abusó del mismo de una manera dictatorial.

El apóstol Juan menciona que escribió una carta a la congregación, la misiva se perdió, es posible que Diótrefes la destruyera. A este personaje le agradaba pensar por los demás.

Los motivos de Diótrefes

Los motivos que gobernaron la conducta de Diótrefes no fueron teológicos, sociales ni eclesiásticos, sino anti éticos.

La actitud de Diótrefes, se refleja cuando nos desesperamos por el poder, cuando generamos necesidad de recibir honor, y terminamos dominados por la arrogancia intelectual y encumbramiento personal.

Diótrefes no recibía a los misioneros de Éfeso y amenazaba a los hermanos con la expulsión de la iglesia, lo que le facilitaba ejercer su influencia como persona que ocupaba el primer lugar.

Diótrefes fue víctima de la enfermedad denominada “filoprimatosis”, es decir, desesperación por ocupar el primer lugar. Es cierto que debemos tener sanas aspiraciones, pero nada justifica que nos desesperemos por ocupar el primer lugar.

Diótrefes, auspició una dictadura eclesiástica, se sintió dueño de la iglesia, olvidó fácilmente que las ovejas son del Señor, y necesitan ser pastoreadas, no manipuladas.

Su abuso de poder lo llevó a desconocer y denigrar al apóstol Juan. Llegó al extremo de calumniarlo de manera maligna.

Es lamentable cuando elementos autoritarios asumen la responsabilidad pastoral, y se transforman en caudillos antropocéntricos, llegando a pensar que todo gira en torno a ellos, y los demás no cuentan.

La actitud de Diótrefes nos muestra:

1.- Orgullo.- El orgulloso piensa que está actuando bien, la mente se le bloquea porque cuando llega la soberbia llega la deshonra. Proverbios. 11:2.

2.- Ambición de poder.- La egolatría nos conduce a pensar que somos mesiánicos, nadie más puede hacer lo que nosotros hacemos. Nos transformamos en exclusivos, nos atrae controlar a los demás, y por obtener el poder somos capaces de atropellar aun a los miembros de nuestro equipo ministerial.

3.- Liderazgo distorsionado.- Líder es aquel que forma líderes, no aquel que margina líderes. El autoritarismo nos conduce al caudillaje. Los dictadores y caudillos siempre cansan, y sus biografías quedan en el olvido.

4.- Embaucamiento.- Diótrefes difundió mentiras y chismes contra el apóstol Juan, demostrando su incapacidad para aceptar humildemente que estaba bajo autoridad apostólica.

Los dictadores tienen delirio de grandeza, sueñan con la fantasía de ser dueños de todo, critican a todos, solo ellos están en la verdad, en su desesperación inventan revelaciones divinas y se transforman en expertos mitómanos.

5.- Altanería.- Diótrefes promovía su autoridad personalista, no aceptaba estar bajo la cobertura del apóstol Juan, se sentía autosuficiente, y se declaró en oposición al “discípulo amado”.

6.- Falso maestro.- Parloteando (hablando tonterías) con difamaciones enseñaba a la iglesia a no respetar la autoridad apostólica, con su conducta enseñaba la deslealtad.

Diótrefes fue un elemento infraterno, se sentía “cacique”. Solo los que pensaban como él, estaban en la verdad, los demás tenían que ser expulsados. Fue un integrista recalcitrante, reclamaba uniformidad de pensamiento, el concepto de respeto a los demás, no estaba en su diccionario.

Aplicación

El apóstol Juan, dirigiéndose a su amigo Gayo, usó el epíteto: “No imites lo malo, sino lo bueno”. Lo malo era la actitud de Diótrefes, pero además agrega: “El que hace lo malo no ha visto a Dios”. Esta afirmación nos conduce a la probabilidad de que Diótrefes fue partidario del gnosticismo, corriente filosófica que negaba el milagro de la encarnación de Jesús.



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