DANDO LO MEJOR DE MÍ

Introducción: En este año nuevo que empieza lleno de tantas expectativas y nuevos desafíos, empecemos  haciéndonos  estas preguntas: ¿Cuál es mi mejor etapa? ¿Cuál es el mi estado? Serian muchas las respuestas que tendríamos o la duda frente a ellas. Pero la pregunta que  nos deberíamos estar haciendo es ¿Cómo damos lo mejor de nosotros en cada etapa de la vida, independiente de las circunstancias?

Dios nos creó para que en cada etapa de la vida o en cada rol que desempeñemos seamos la fragancia de Cristo que sube hasta Dios y ese perfume que da vida a su alrededor. Y es en esto que debemos concentrarnos. Vamos entonces a estudiar 7 recomendaciones que nos ayudarán a enfocarnos en dar lo mejor de nosotros. (2 Corintios 2:15-16).  

1.    Identifique la etapa de la vida en la que se encuentra: Entendiendo que cada etapa de la vida o cada rol tiene diferentes responsabilidades, limitaciones y prioridades, es necesario identificar todo esto para tener una perspectiva adecuada de la vida y prepararnos para vivirla plenamente.

2.    Medite en cómo está amando a Dios en cada etapa de su vida: Es importante aprender a vernos como Dios nos ve, teniendo una visión acertada de las cosas que tiene que cambiar y los ajustes que tenemos que hacer para dar lo mejor de nosotros. (Proverbios 3:5-6)

3.    Dígase la verdad, ¿de quién depende su aprobación? Muchas veces nos sentimos perdidos en la vida y ni siquiera porque estemos en la dirección incorrecta sino porque nuestro sentido de valor proviene de las personas o de las circunstancias. ¿A quién desea usted agradar todos los días? Ciertamente nunca podremos agradar a todo el mundo. Pero solo el que busca  agradar a Dios podrá dar lo mejor de sí mismo. (Gálatas 1:10).

4.    Anímese en el Señor y aprenda a confiar en Dios: Habrá momentos de soledad en la vida  y tendremos que aprender a levantarnos buscando la ayuda del Señor. Aprender a encontrar nuevas fuerzas en El. Solo aquel que se renueva constantemente logra dar lo mejor de sí. (Isaías 40:31).

5.    Tenga claro su propósito en la vida: Es fundamental definir cuál es ese Plan Perfecto que Dios tiene para su vida, de lo contrario no podrá vivirlo y sentirse satisfecha en la vida. El que aprende a vivir para la gloria de Dios, nunca estará perdido y podrá hallar contentamiento en el agradar a su Padre y Salvador. (Salmo 138:8).

6.    Viva el consuelo de Dios en aquellas circunstancias que no puede cambiar: Siempre encontraremos circunstancias difíciles y dolorosas que no se pueden cambiar. Lo que si podemos cambiar es el dolor y la amargura en el corazón que eso nos produce y disponernos a ser consolados por Dios. Aquel  que entiende que a los que aman a Dios todo les ayuda a bien, podrá siempre dar lo mejor, a pesar de las perdidas. ( 2 Corintios 4: 17-8).

7.    Aprenda a manejar el conflicto en cada etapa de la vida. Los conflictos en las relaciones interpersonales, en todas las etapas y en todos los roles, son el pan de cada día. Algunos  aprenden a evadir el conflicto, otros se vuelven  agresivos. Pero cuando leemos en la Biblia de hombres y mujeres de fe, y entendemos de la gran capacidad que Dios nos dio para manejar el conflicto en las más difíciles circunstancias.  Cuando no nos centramos en defender nuestros derechos o en justificar nuestras acciones sino más bien en buscar la gloria de Dios, podremos dar lo mejor.

 

Aplicación Teoterápica: Siempre habrá dificultades en nuestra vida, pero debemos tener la certeza de que nuestra confianza en El no será defraudada y que concentrados en dar lo mejor de nosotros para El, nos llevará por el camino de la obediencia y esa será nuestra protección. Y aún será recompensado por Aquel que todo lo ve. Recibiremos un premio que nadie nos podrá quitar. (Apocalipsis 3:10-811)