INTRODUCCIÓN
Hoy
descubriremos que las mujeres podemos ser mujeres de alto impacto, si
así lo queremos y dejamos que Dios forme en nosotras el verdadero perfil, desde
el interior, de una mujer que impacta, trasciende y es de bendición para la
sociedad que la rodea.
1. EL CONCEPTO DE DIOS FRENTE A UNA MUJER DE IMPACTO
La lupa de Dios para decir que una mujer es excelente y que puede impactar su entorno (familia, trabajo, sociedad en general) está puesta, no en lo externo, no en lo que hace, no en las cosas que tiene, sino en lo que es verdadero: en su corazón (1 Samuel 16:7).
Así como Samuel, muchas veces nos dejamos impactar por la apariencia exterior, por los grandes logros; y por eso, estas cosas son las que buscamos conseguir para ser notadas, para que nos admiren y nos tengan en cuenta, descuidando lo que siempre debemos cuidar (Pro.4:23)
2. PERFILES DE ALTO IMPACTO EN LA PALABRA DE DIOS
MUJER 1:
Samaritana (Por ser samaritana era despreciada por los judíos)
Con historial de muchos maridos, y uno no suyo (Promiscua y adúltera)
Pobre, sola, común (Ella misma iba a recoger agua del pozo)
Con cierto resentimiento social (Lo deja ver en sus inicios de la conversación con Jesús)
MUJER 2:
Anciana, de 90 años
Sin preparación profesional
Forastera, nómada
MUJER 3:
Jovencita, inexperta
Sin perfil profesional
Excluida de la sociedad de la época (Por su condición de mujer)
De modesta condición
En la sociedad actual, ¿Estos perfiles de mujeres calificarían para una mujer de alto impacto? Claramente no. Pero Dios, que vio sus corazones, las llevó a ser mujeres de impacto positivo y benéfico para la sociedad, mujeres de trascendencia.
MUJER 1: Mujer samaritana
Una mujer con poder de convicción tal, que decididamente y con sus contundentes palabras, llevó a que muchas personas, e incluso muchos hombres, se despojaran de esquemas religiosos, de esquemas sociales para creer en Jesús y encontrar respuesta para sus vidas. (Juan 4:28-30, 39)
MUJER 2: Sara
Mujer ejemplo de fe. Vida en la que se reflejó el poder de Dios, como testimonio a miles de generaciones hasta hoy.
Madre de naciones (Génesis 17:16)
Con esta mujer Dios inició la descendencia que daría lugar a su pueblo y por ende a nuestra salvación.
MUJER 3: María la madre de Jesús
Mujer a través de la cual se gestó la salvación para toda la humanidad, el vientre más sublime porque albergó al hombre más impactante de todos los tiempos: Jesús. (Lucas 1:48)
Sin logros académicos, sin exhibir y apoyarse en su aspecto físico, sin la búsqueda desesperada por el tener, por el poder material... estas mujeres fueron y son mujeres de alto impacto, su esencia, lo que sucedió en sus corazones fue suficiente para convertirse en mujeres trascendentes que hasta hoy nos siguen inspirando y desafiando.
3. ¿QUÉ VIO DIOS EN ESTOS CORAZONES?
Samaritana: Un corazón impactado por el sobrenatural amor de Dios y por ello la samaritana pudo experimentar la valía, la aceptación y libertad que requería para impactar su alrededor (Isaías 43:4, Jeremías 20:7)
Sara: Un corazón lleno de fe y convicción (Hebreos 11:11, Génesis .7:15-16)
María: Un corazón dispuesto a cumplir la voluntad de Dios (Lucas 1:38)
¿QUÉ NECESITO PARA SER UNA MUJER DE ALTO IMPACTO?
Ser Impactada por el sobrenatural amor de Dios. Ser amados es la necesidad más profunda del ser humano, de los hogares, y solo experimentando este amor, se puede amar a otros sin reservas, con libertad, comprometiéndonos con su bienestar y con la respuesta para sus corazones.
Ser de convicciones profundas, que crea a la verdad de Dios y sus buenos propósitos. Que lleve esperanza y no desmaye ante la adversidad.
Ser lista y dispuesta a obedecer y seguir las instrucciones de Dios, en sus planes y propósitos
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
¿Quiere ser de impacto, de desafío y de inspiración para su esposo, sus hijos, sus familiares, amigos y conocidos?
¿Seguirá buscando impactar solo por lo externo, lo que sabe, lo que tiene, lo que muestra?... ¿O decidirá ser una mujer que cultiva el amor, la fe y la obediencia en su corazón para ser de bendición a su alrededor?
No anhele más ser una mujer como las demás, o como la sociedad se lo exige; deje que Dios le haga, la mujer que Él quiere que usted sea... Sólo así la vida tendrá sentido y realización.
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