Introducción
- Queremos conocer la voluntad de Dios, pero no estamos dispuestos a obedecer lo que Dios quiere para nosotros
- Conocer la voluntad de Dios implica disposición y disponibilidad
- Implica ceder a los planes de Dios y dejarnos usar por Él.
¿Qué nos lo impide?
1. Soberbia. Jonás 1:1-3. Pagando un alto precio
Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.
2. Vivir bajo nuestro parecer trae tormentas innecesarias a nuestra vida. Jonás
4 Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave. Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba a su dios; y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos. Pero Jonás había bajado al interior de la nave, y se había echado a dormir. Y el patrón de la nave se le acercó y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.
Cuando actuamos por nuestro parecer o nuestra experiencia, dejando a un lado a Dios y su concejo, lo que vamos a provocar es una gran tormenta, de dificultades a nuestro alrededor, que terminará afectando a todos.
3. Temor para decidir. Jonás 3:1-3; 10.
Vino palabra de Jehová por segunda vez a Jonás, diciendo:2 Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré.3 Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová. Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino.4 Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida.
10 Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.
- Hacer la voluntad de Dios lleva bendición a todos los que tengo alrededor
- El pueblo se arrepiente y decide volver su corazón a Dios, pues cuando la conversión comienza con mi corazón, ella se refleja en medio de mi familia y ministerios
Aplicación Teoterápica
Cuando nuestro corazón se dispone a hacer la voluntad de Dios y estamos listos para vivir en su plan y cumplir sus propósitos, no solo viviremos la bendición de Dios, sino que seremos bendición para otros.
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