EL HOMBRE QUE CONQUISTÓ MUCHO MÁS QUE UNA TIERRA




INTRODUCCIÓN

Hay muchos hombres y mujeres que han dedicado su vida a nobles propósitos y a loables causas. La Biblia nos relata el ejemplo de un hombre cuya vida, sueños, luchas, esfuerzos y grandes satisfacciones, estuvieron siempre ligadas a la conquista de una tierra: la Tierra Prometida, la tierra de Dios.  Este hombre fue Josué, discípulo y sucesor de Moisés, quien fruto de luchar toda su vida por conquistar la tierra Prometida, hizo su conquista más grande: la del corazón de Dios. 

TODA UNA VIDA DE ENTREGA A UNA CAUSA

1. Desde niño aprendió a buscar a Dios y a vivir permanentemente en su Presencia. (Éxodo 33:11)

2. Pudo ver la bendición que representaba la tierra que Dios había prometido a su pueblo, y dio los mejores informes de ella;  entendiendo que el propósito de Dios no era otro que prosperarles, y mostrarles así su amor y su poder. No desacreditó sino que alabó y bendijo a Dios por la tierra prometida, por lo cual Dios lo bendijo preservándole la vida.     (Números 14:6-9) (Números 14:36-38).

3. Fue elegido por Dios para conquistar la tierra de Canaán asegurándole que estaría siempre a su lado y dándole certeza sobre la victoria que obtendría, siempre y cuando permaneciera fiel a sus preceptos.  (Josué 1: 1-9)

4. Fue engrandecido por Dios delante de todo el pueblo de la misma manera como lo había hecho con Moisés  (Josué 3:7, 4:14)

5. Aprendió a depender solamente de Dios y Su Palabra (Josué 11:5-15)

6. Se mantuvo siempre fiel a Dios por lo cual fue prosperado (Josué 24:15)

7. Siempre mostró celo por su Dios y enseñó permanentemente al pueblo a guardar sus estatutos  (Josué 23:1-16, 24:19-28)  

8. Dios cumplió todo lo prometido a Josué sin que faltara una sola de sus Palabras (Josué 11:23, 21:43-45, 23:14)

APLICACIÓN TEOTERÁPICA

También nosotros estamos llamados a amar y a anhelar mucho más que la tierra de Israel: al Dios de Israel.

Sólo el que se deja conquistar por Su amor, puede experimentar la verdadera victoria. Sólo el que cree en Su Palabra disfrutará la verdadera prosperidad. Sólo el que le conoce, puede realizar la más grande conquista de su vida. Sólo el que le obedece puede hacer suya la hermosa promesa: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”  (Josué 1:9)


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