Uno de los objetivos de la medicina es la prevención de las enfermedades mediante hábitos saludables; de igual manera el desarrollo de disciplinas espirituales previene y sana enfermedades del alma que afectan nuestras relaciones interpersonales y nuestra calidad de vida. Una disciplina implica interiorizar un pensamiento hasta el punto que se convierta en una acción espontánea.
La disciplina es la capacidad de las personas para poner en práctica una serie de principios relativos al orden y la constancia, tanto para la ejecución de tareas y actividades cotidianas como en sus vidas en general. En este año de la “Búsqueda de Dios “
1. Búsqueda y comunión con Dios (San Juan 15:7) ¿Que tenía el hombre en el huerto del Edén? ¡El hombre lo tenía todo! Se le había dado la orden de sojuzgara la tierra y tomar el señorío de todo el reino animal y vegetal, en otras palabras el hombre era sumamente prospero. Pero esa prosperidad se originaba en su comunión con Dios, quien estaba allí para proporcionarle todo bien. 2 Crónicas 26:5
2. Vida permanente de estudio de la palabra. Josué 1:8. Debemos conocer la palabra de Dios lo suficientemente bien para aplicarla a las distintas situaciones de la vida.
3. Vida de limpieza y santidad. Proverbios 28:13. Es necesario convertir la “respiración espiritual” en un hábito que consiste en confesar nuestros pecados (exhalar), apartarnos y apropiarnos del perdón de Dios (inhalar).
4. Vida de fe y obediencia a Dios y sus profetas 2 Crónicas 20:20. La Escritura nos motiva a creer en Dios y sus profetas quienes nos enseñan la Palabra de Dios. . Es necesario entender que la autoridad espiritual la establece de Dios, no la escogemos nosotros (Jeremías 3:15). David aprendió el principio de autoridad porque se mantuvo en sujeción a Saúl independiente de su inadecuación y Dios lo prosperó.
5. Sabia administración. Debemos ejercer una administración equilibrada de todo lo que Dios nos provee. Esto implica:
· Santificar nuestras finanzas entregando a Dios lo que es suyo. Malaquías 3:10
· Dejar a un lado todo egoísmo y practicar la generosidad. Lucas 6:38
· Ser proveedores para nuestra familia (1 Timoteo 5:8)
6. Vida de amor por Jerusalén Salmo 122:6. Jerusalén significa “ciudad de paz”. Paz (en hebreo, Shalom) es una palabra que comprende el bienestar, la salud, la prosperidad y la felicidad. Amar Jerusalén traerá prosperidad a nuestra vida.
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
La calidad de vida no solamente la podemos medir con el parámetro de la acumulación de bienes materiales. Muchas personas en el mundo poseen riquezas incalculables y no han podido encontrarse a sí mismos; viven en depresión, carentes de paz, de amor, sintiéndose cada vez más vacíos. La prosperidad a la que Dios quiere llevarnos es integral y tiene implícito el desarrollar hábitos espirituales, que serán provechosos para nosotros y nuestras familias (3 Juan 2)
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