LA RESILIENCIA COMO DETONANTE DEL CAMBIO

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INTRODUCCIÓN:

A diario las personas atravesamos una gran cantidad de situaciones, muchas de ellas dolorosas, complicadas o dramáticas, que al no ser gestionadas adecuadamente se convierten en generadoras de dolor y sufrimiento. Para muchos las experiencias difíciles son solo detonantes de traumas y conflictos, pero para quien es resiliente, estas mismas dificultades se convierten en procesos de aprendizaje que le llevan a procurar una mejora continua y por ende un avance significativo en la consecución de sus metas.

1. Qué es la Resiliencia

Se define como la capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a situaciones adversas, es asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas.

Etimología: Viene del latín resilio, «volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar». El término se adaptó al uso en psicología y otras ciencias sociales para referirse a las personas que a pesar de sufrir situaciones estresantes no son afectadas psicológicamente por ellas.

- Adaptarse a cambios dramáticos: La vida está llena de desafíos que se deben saber leer correctamente, pues en caso de no aprovecharlos adecuadamente pueden convertirse en cárceles de dolor y sufrimiento. Quien sabe discernir las situaciones se convierte en un verdadero Agente de Cambio capaz de transformar todo su entorno, (Hechos 16:22-25).

- Flexibilidad: En muchas oportunidades por no ser capaces de tolerar la adversidad o la oposición, las personas no resilientes declinan en el propósito de seguir avanzando en sus proyectos y se sumen en la tristeza. En cambio quien es flexible aprovecha cada momento para avanzar, (Hechos 20:22-24).

2. No se trata solo de sobrepasar las dificultades

Muchos creen que el propósito de las adversidades es solo sobrepasarlas sin sacar nada de ellas, gracias a la resiliencia somos capaces de afrontar las crisis o situaciones potencialmente traumáticas y salir fortalecidos de ellas.

- Aprendizaje: la mejor escuela en la que podemos matricularnos es la de la vida misma, pero teniendo las herramientas necesarias, debido a que ella está llena de pruebas que continuamente ponen al descubierto el estado de nuestro corazón, (Números 13:30-33).

- Crecimiento: quien enfrenta las crisis con la actitud correcta siempre sale fortalecido de ella, contrario a aquel que solo acumula amargura y resentimiento, (Génesis 50:15-21).

- Avance: cuando se es resiliente nunca se detiene el avance, por más difícil que sea la situación, la misión ni se cambia, ni se aborta (Hebreos 10:35-39)

3. No se trata de una vida dura, sino de momentos difíciles

No se trata de una simple discusión de términos, sino de una manera diferente y más optimista de ver el mundo, pues existe la certeza que después de la tormenta llega la calma. En la vida espiritual hemos aprendido el enorme valor de la esperanza y como ella nos conduce a la conquista de los objetivos que Dios nos ha propuesto, (Romanos 5:1-5).

Las personas resilientes a menudo sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es posible que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa en los labios.

- La prueba forma el carácter: nadie quiere pasar por grandes dificultades o tener que vivir una vida donde constantemente se está al límite, pero quien tiene claro su propósito en la vida, todo es una oportunidad de seguir mejorando y creciendo, (Filipenses 4:4-7).

- La actitud frente a la prueba: la actitud es el aroma del corazón y quien está contaminado o amargado solo ve gigantes y barreras, pero quien tiene un corazón limpio siempre avanza, (Hechos 14:19-22).

APLICACIÓN TEOTERÁPICA

Claramente entendemos que la resiliencia llega a nuestra vida fruto de un encuentro personal y continuo con la persona de Cristo, en donde se renuevan las fuerzas y se fortalece “el hombre interior” (Efesios 3:6) de tal modo que se pueden enfrentar cada uno de los desafíos que nos plantea la vida con la actitud correcta, aprovechando cada instante para avanzar y crecer.

Los propósitos de Dios siempre son buenos para quienes somos sus hijos y por ende Él usará cada situación para formarnos y desarrollarnos, depende de nosotros mantener una comunicación continua de tal modo que sepamos entender sus designios.

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