COMUNIÓN CON DIOS: UNA BÚSQUEDA OPORTUNA E INSISTENTE






INTRODUCCIÓN

Para que una relación interpersonal sea provechosa, crezca y se desarrolle, se necesita establecer espacios y tiempos en los cuales se pueda interactuar y compartir cada vez más con esa persona. Algo determinante para esto, es construir una permanente, fluida y sincera comunicación, que será la base para conocerse más, para descubrirse, para entenderse; logrando así afianzar los lazos y tener cada día más cosas en común. Dios espera que esta dinámica de relación también se dé con Él, por ello nos invita constantemente a buscarle, a escucharle, a que le expresemos lo que hay en nosotros mediante la valiosa herramienta de la oración que nos llevará a tener verdadera comunión con Él, a tenerlo todo en común con Él como hijas suyas que somos.

Jesús mostró abiertamente que el secreto de su calidad de vida radicaba en su comunión con su Padre, por ello sus discípulos antes de pedir que les enseñara otras cosas, pidieron que les enseñara a comunicarse con Dios. (Lucas 11:1)

1. LA IMPORTANCIA DE TENER COMUNIÓN CON DIOS

 ·La comunión con Dios es indispensable para todo cristiano pues de ella depende la forma en que actuemos, los cambios que se van generando en nuestra vida, la manera de relacionarnos y cómo resolvemos los asuntos de la vida.

· La comunión con Dios nos permite desarrollar el convencimiento íntimo de Dios y la realidad de su presencia.

· Nos conecta a la fuente de poder y sabiduría.

  •  Dios nos da su dirección y orientación para atender los asuntos que diariamente enfrentamos.
· Por medio de la comunión con Dios tomamos de Él toda la fuerza y el poder que necesitamos para vivir de la manera que Él lo planeó.

2. EL AMIGO INOPORTUNO (LUCAS 11:5-10)

Jesús con esta parábola nos da grandes enseñanzas en torno a la oración y nuestra comunión con Dios:

· Un amigo es inoportuno porque se siente libre, hay confianza, sabe que a la hora que sea y como sea hallará respuesta a su necesidad, su amigo siempre le ayudará. Esta libertad de ir a la Presencia de Dios como sea y cuando sea es la que Dios quiere que experimentemos, con la absoluta convicción que Él siempre nos responderá. Nuestra búsqueda de Dios debe ser sin “pena”, sin protocolos, sin tapujos… Él siempre estará disponible para nosotros.

·  La oración nunca será inoportuna, cualquier tiempo y situación es perfecta para buscar a Dios. Siendo “inoportunos” en la oración siempre seremos oportunos, porque para buscar a Dios no hay horario ni fecha en el calendario, y así es como podremos ver que Dios nos da lo que necesitamos.

· Pedir es fundamental en la oración. Dios es bueno y desea darnos todo tipo de cosas buenas sólo con que le pidamos. Al pedir debemos tener en cuenta:


  • §  Pedir con fe. Mateo 21:22
  • §  Permanecer en Cristo Juan 15:7
  • §  Con la motivación adecuada. Santiago 4:3
  • §  Conforme a su voluntad.  I Juan 5:14-15
· Buscar. Jesús nos enseña que orar va mucho más allá de pedir, debemos considerar que Cristo no es simplemente una tienda a la cual puedo ir con mi lista de compra y obtener todos los artículos apuntados en ella.

 ¿Buscar qué? Buscar al Señor, lo cual requiere esfuerzo, pues la comunión no se obtiene solo con pedir, es buscar su rostro para vivir un permanente cara a cara con Él.

·Buscar sus tesoros, teniendo en cuenta que no todos pueden echar mano de un tesoro con facilidad. El cristiano perezoso que no está dispuesto a Buscar, nunca gozará de la plenitud de Dios.

3. LA VIUDA INSISTENTE (LUCAS 18: 1-7)

§  Orar siempre y no desmayar.
§  La oración perseverante implica ser constantes en nuestras peticiones delante de Dios, con la certeza que Él responderá
§  Insistir hasta obtener la respuesta no significa una repetición sin fin, ni oraciones largas, prolongadas tediosas; la insistencia es para superar nuestra insensibilidad, no la de Dios
§  Practicar la persistencia propone un cambio en nuestro corazón, no en el de Dios.
§  Persistir es expresar la intensidad de nuestra necesidad: “Clama día y noche”
§  Al persistir en oración, crecemos en carácter, fe y esperanza.

APLICACIÓN TEOTERÁPICA

Con estas dos parábolas podemos concluir que se requiere cambiar la actitud respecto a la oración y necesitamos mostrar dedicación, disciplina y establecimiento de prioridades en nuestra búsqueda de Dios. Dios quiere que entablemos con Él una relación íntima, de amistad, de Padre a hijas, en la que experimentemos libertad para buscarle, en la que podamos conocerle para confiar cada vez más en Él, y así la vida de oración y comunión con Dios, no sea una carga impuesta llena de religiosidad que al final terminemos abandonando, sino el estilo de vida más deleitante, más provechoso que todos los días de nuestra vida disfrutemos a plenitud.
Tengamos en cuenta que Dios no tiene hijos favoritos, sino hijos que lo prefieren a Él y se acercan más que los otros.




Publicar un comentario

0 Comentarios