FAMILIAS EXCEPCIONALES


Introducción


La vida cristiana es una vida de poder y de abundancia en un constante fluir del Espíritu de Dios a nuestro espíritu. Nuestro compromiso es experimentar cada instante ese poder vivificador y transformador.

Una vida en la plenitud de la unción del Espíritu Santo, será una vida avivada por el fuego del amor, y éste necesariamente se propagará primero a los que están más cerca, afectando y transformando el ambiente. Nunca como hoy se nos ha insistido en la importancia de interceder por nuestras familias, pues todo cambio empieza por la oración. Desde el punto de vista humano, la situación de la mayoría de los hogares de hoy aparentemente no tiene remedio. La indiferencia, el egoísmo, el materialismo, la deslealtad  son sólo consecuencia  del estado de cada ser humano y la desesperación en que ha caído el hombre.

1. ¿Qué es un avivamiento?

Es un encuentro de Dios con el individuo, familia, o pueblo, trayendo una renovada y especial bendición, comunicando su vida a lugares de desolación y muerte espiritual (Hechos 10:24-48).
El diccionario de la Real Academia Española define la palabra “Avivamiento”, cómo un derivado del término avivar, que significa: Dar viveza, excitar, animar, encender, acalorar, hacer que arda más, cobrar vida y vigor.

2. ¿Cuándo llega un avivamiento? (Joel 2:12-13).
Un avivamiento llega cuando los esposos están en sinfonía espiritual. Esto traduce que en nuestra relación de pareja no debe haber dureza de corazón, ni faltantes en perdón, comunicación, amor, comprensión, ayuda, sino que por el contrario, fruto de esa oración conjunta se sobreabunde en los anteriores aspectos para que el sobrenatural amor de Dios permanezca en el hogar y su bendición este sobre cada miembro de la familia.

3. Actitudes que producen el avivamiento (2 Crónicas 7:14).

·         Humillarse: Reconocer nuestros errores, no justificarnos, buscar el perdón de Dios y ponernos en paz con los seres que amamos (cónyuge, hijos, padres, hermanos).
·         Orar: Es interceder, interponerse entre Dios y aquéllos que necesitan recibir el perdón y la bendición de Dios.
·         Buscar su rostro: Es apartar y dedicar tiempo para encontrarse con Dios.
·         Convertirse: Es cambiar de actitud, querer con vehemencia un cambio, dejar atrás las malas acciones y así obtener un mejor estilo de vida.

¿Qué hace Dios?
·         Yo oiré.
·         Perdonaré.
·         Sanaré su tierra (familia).


Aplicación Teoterápica

Sólo Dios puede satisfacer las necesidades más profundas de nuestro ser.  Nunca en nuestras capacidades o recursos podremos saciar de manera integral nuestra vida.  Cuando nuestros tiempos de alabanza son fríos, falta gozo y acción de gracias, necesitamos un avivamiento.  Si no tenemos interés en que otros conozcan el amor de Dios, especialmente nuestra familia, y hemos perdido nuestra comunión con otros cristianos, necesitamos un avivamiento. Si no estamos impactando nuestro entorno,  y nuestra familia con el amor de Dios, necesitamos un avivamiento.  Si vivimos tensión, disgustos e incapacidad para perdonar a otros, necesitamos un avivamiento. Si nuestra vida es contemplativa, sin poder ni testimonio, necesitamos un avivamiento.



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