IntroducciĂłn
Nuestro
Señor es un Dios de misericordia, y en su gran amor él ha provisto para esta familia visiones y estrategias para disfrutar de ese gran amor
y misericordia y por eso una de sus
estrategias maravillosas es la
peregrinaciĂłn de AcciĂłn de Gracias a Israel ya que es la oportunidad que Ă©l nos ha
otorgado para subir a darle gracias por todo lo maravilloso que es El y que ha
sido hasta este momento con cada una de nosotras.
1.- La
misericordia del Señor Jesucristo
En
el libro de (Lucas 17:11-19) encontramos un gran ejemplo de lo que es la
misericordia en el Señor Jesús: Cuando los leprosos vieron a Jesús entrar en
una aldea no se acercaron al Señor sino que desde lejos alzaron la voz diciendo
“JesĂşs maestro, ten misericordia de nosotros”; no lo hicieron porque se sentĂan
mal, pues un leproso en esa Ă©poca era rechazado a tal punto que vivĂan en lugares apartados de
las demás personas, pero el Señor cuando los vio tuvo misericordia, porque El
vio cuanto tiempo habĂan sufrido, cuánto tiempo habĂan sido rechazados por la
gente a causa de la enfermedad. El Señor
querĂa que ellos se acercaran con libertad (Versiculos 12-13).
2.- Siendo
sensibles a la voz de Dios
En el
(versĂculo 14), vemos que el Señor les dijo que fueran y se mostrarán ante los
sacerdotes y aconteciĂł mientras que iban fueron limpiados, solo la misericordia
del Señor los sanó.
El
fue sensible a la necesidad de los diez leprosos. Cuando le decimos al Señor que tenga
misericordia de nosotras, El la tiene y hace por nosotros conforme a su corazĂłn
amoroso.
Cuando
el Señor les dice que vayan y se muestren a los sacerdotes querĂa tambiĂ©n
probarles su obediencia y su fe en lo que El estaba mandándoles, y mientras
iban fueron sanados.
3.- El humilde y
agradecido glorifica a Dios
Solo
uno de los diez leprosos se volviĂł y glorificĂł a Dios a gran voz, y se postro a
los pies del Señor, rindió su vida y reconoció en su corazón, que le necesitaba.
(Lucas 17:15-16).
Aquel que rinde su vida completamente al Señor
como lo hizo este leproso samaritano, recibe la respuesta de Dios. Los otros nueve fueron sanos, pero este
recibiĂł sanidad y fue salvo.
De Jerusalén
vino la salvaciĂłn del mundo y cuando vamos allĂ tenemos que hacer lo de este samaritano, humillarnos a
los pies del Señor, reconociendo que El es el Señor de nuestras vidas y el hará
cosas especiales por nosotros.
El
señor ve la necesidad de cada uno de sus
hijos que va a su tierra, pero lo más importante es cultivar una actitud de
agradecimiento como la tuvo el samaritano cuando reconoce que fuera de Él no
hay otro Dios.
APLICACIĂ“N TEOTERAPĂŚCA
Dispongámonos
a conocer lo que es la misericordia de Dios, y cuanto tiene El para nosotras sus
hijas reservado, solo es tiempo de tomar decisiones, y una de ellas es rogarle
que nos permita estar allĂ en su casa disfrutando de todo el banquete
maravilloso que El tiene preparado para sus hijos.
1 Comentarios
Las misericordias de Dios son nuevas cada dia
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