Cuando una persona cambia la percepción de sí misma, se desencadena una transformación profunda que impacta cada aspecto de su vida: su actitud, sus relaciones, su trabajo. Este crecimiento interior no es superficial; es un proceso que trae cambios notables y duraderos.
El crecimiento exige tu participación
"Por tanto, mis amados, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor; porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad." (Filip. 2:12-13)
Nadie cambia porque se le imponga o porque sea lo esperado; el verdadero cambio surge de una decisión personal. Una persona crece porque se examina a la luz de Dios, y en ese proceso, descubre una nueva motivación, una dirección más clara y un deseo vital de vivir según el propósito para el que fue diseñada.
Los cambios en nuestra vida deben ser profundos, no meramente superficiales, esto va más allá del simple conocimiento, la experiencia o las habilidades. Deben nacer en el ámbito espiritual, implicando así una transformación en nuestra percepción y actitud, y una comprensión renovada de quiénes somos en Cristo Jesús.
Crecer es Transformarte a Ti Mismo
"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta." (Rom. 12:2)
El crecimiento implica una renovación en cómo utiliza sus conocimientos, en los propósitos para los que aplica sus habilidades y, en esencia, en su visión de sí mismo.
No se trata solo de adquirir más información o destrezas, sino de cómo esa información y esas habilidades se integran y se emplean para manifestar el plan de Dios en su vida. Necesitamos cultivar un autoconcepto saludable que nos permita reconocer el potencial ilimitado que Dios ha puesto en nosotros, liberando así nuestras capacidades para su gloria.
Es un proceso de someternos a esas verdades espirituales donde lo que cree de sí mismo se armoniza con lo que Dios dice que somos, permitiendo que su ser interior sea transformado y que todo su potencial se desarrolle plenamente.
APLICACIÓN TEOTERAPICA
Dios quiere que disfrutemos de la vida abundante, por eso en su palabra nos deja puntos claves y prácticos para crecer en cada una de nuestras áreas. Como diseñador sabía bien que necesitábamos para desarrollarnos y gozar así de todos los planes que como Padre tiene para nosotros.
0 Comentarios