SER LUZ

El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;

Y a los asentados en región de sombra de muerte,

Luz les resplandeció. mateo 4:16

Cuando Jesús se dio cuenta que Juan el Bautista estaba preso volvió a Galilea, Juan era un pregonero de justicia y eso le había traído problemas con los gobernantes, por eso estaba preso, entonces en ese momento apremiante, 

y crítico, Jesús sabe que es el momento de iniciar su ministerio y su luz resplandece. 

Ahora nosotros somos llamados a ser luz como Jesús. La vida cristiana consiste en un proceso donde aquel que comenzó la buena obra, la terminará y lo hará en cada área de nuestra vida. Esto requiere disposición para someternos al mejoramiento continuo en cada una de estas áreas, dejando que Dios como buen alfarero nos moldee cumpliendo su gran propósito, llevándonos a disfrutar el plan de vida trazado para nuestra felicidad y haciéndonos luz. 

Miremos la vida de Jesús y conozcamos siete claves vitales para ser luz y transformar nuestro entorno familiar y social. 

1. Ser luz implica ejecutar acciones efectivas (Mateo 4:12ª) 

Cuando Jesús, máximo ejemplo de una vida de realización plena y de éxito en su ministerio, comenzó el plan que debía llevar a cabo, supo el momento preciso para tomar la decisión de levantarse. La mayoría de las veces, son las situaciones difíciles las que nos indican que es tiempo para tomar acciones y decisiones en nuestra vida, pues son estas las circunstancias que Dios usa para desafiarnos a nuevos retos. 

2. Para transformar hay que dejar lo que queda atrás (Mateo 4:13) 

A lo largo de nuestra vida, nos hemos arraigado a muchas situaciones, lugares o personas, que no nos han permitido prosperar y lograr lo que queremos. Jesús sabía que para avanzar necesitaba dejar atrás ciertas comodidades, en Nazaret estaban sus padres, parientes, amigos, era un lugar conocido por Él y le conocían, un lugar que le comunicaba seguridad, pero que tenía que dejar para llevar a cabo el plan del Padre, usando todo su talante y potencial, era asumir el desafío de una nueva vida donde fortalecidas sus habilidades y talentos, llevaría a cabo el plan diseñado. Es tiempo de progresar, y de la mano de Dios lograr una vida de plenitud. 

3. Quien es luz, solo sigue el Plan de Dios (Mateo 4:14) 

En este pasaje podemos ver en Jesús, que la Palabra de Dios era su marco a seguir, buscaba orientación efectiva en las Escrituras, y cuando era el momento de tomar decisiones, todo lo que hacía lo supeditaba al plan. Tenemos una sola vida y no podemos estar corriendo riesgos o jugando al ensayo y el error, pues cada decisión errada afectará nuestra vida, por esto, es necesario dejar que la Palabra de Dios sea nuestra guía absoluta. 

4. La luz no se afecta por el entorno, sino que lo transforma (Mateo 4:16) 

Jesús impacto con su vida el ambiente, a tal punto que donde había oscuridad resplandeció la luz y donde había un estilo de vida oscuro, hubo cambio y transformación. De la misma manera, estamos llamados a ser un referente en los lugares de oscuridad donde Dios nos ha colocado, pues una luz no brilla donde hay luz, sino en la oscuridad. Es tiempo de levantarnos a brillar y mostrar que nuestra vida, la que Dios nos ha dado, vale la pena vivirla. 

5. La luz comunica profundidad espiritual (Mateo 4:17) 

Un hijo de Dios está llamado a comunicar esperanza, vida y felicidad. Todo lo que comuniquemos deber tener un respaldo espiritual importante, aunque para otros suene extraño, pues muchas veces lo que comunicamos no es lo que la gente quiere oír sino lo que necesita oír. Jesús habló de la realidad y la necesidad de un pueblo, cuando dijo “arrepentíos”, pero también indicó un camino de esperanza, cambio y transformación “el Reino de los cielos se ha acercado”. 

6. Vive no en su realidad sino a la luz de todo su potencial (Mateo 4:18) 

Cuando Jesús escogió el equipo para transformar el mundo, los perfiles de estos hombres quizás no eran los más adecuados a los ojos humanos, pero Él sabía que producto de un proceso de transformación llegarían a ser los hombres más extraordinarios del mundo. No podemos quedarnos en nuestros conflictos hoy, sino avanzar y dejar que el amor de Dios nos sane, nos proyecte y nos conduzca a la calidad de vida preparada de antemano para nosotros, dejemos de ser hoy personas ordinarias y con Dios convirtámonos en personas extraordinarias. 

7. La transformación debe ser total (Mateo 4:23) 

Jesús desarrolló un ministerio que ejercitó acciones dirigidas a todas las necesidades del ser humano. En primer lugar, enseñó, lo cual indica que requerimos aprender principios de vida espiritual y desaprender muchas cosas que han estado arraigadas en medio nuestro y que no nos han permitido vivir una vida plena; en segundo lugar, predicó, es decir, que comunicó un mensaje lleno de esperanza, enseñando nuevos parámetros de vida que llevarían al hombre a su felicidad en la totalidad de sus áreas; en tercer lugar, sanó toda enfermedad, llevando a que producto de una vida espiritual dinámica, el hombre experimentara salud en su cuerpo. De esta manera, ser luz nos lleva a dar respuesta en nuestro espíritu, alma y cuerpo. 

Aplicación Teoterápica 

La vida de Jesús, es nuestro marco de referencia en cuanto a lo que significa ser una luz que transforma. Es el mejor modelo y de gran importancia para enseñarle a otros que si es posible ser felices y vivir una vida intachable. Hoy más que nunca, en un mundo donde todo es relativo, lleno de conflictos y de desesperanza, se hace necesario de hombres y mujeres como usted y yo, que podamos reflejar con nuestra propia vida felicidad y realización, pues disfrutamos del más grande privilegio ser hijos de Dios y tener su amor que lo llena, sana y lo realiza todo ¡Es tiempo de tomar la decisión!