MUJER, TÚ DECIDES

“La mujer sabia edifica su casa; más la necia con sus manos la derriba” (Proverbios 14:1)

Introducción

Entre las grandes bendiciones que Dios ha dado a la mujer, está la oportunidad de edificar un hogar firme. En su papel de esposa y madre, ella está en capacidad de sentar las bases del amor, la comprensión, la tolerancia y otras.

Esto no significa que toda la responsabilidad es suya; sino que su aporte es muy importante para que este proceso pueda darse.

“Sólo con la ayuda de dios, una mujer puede edificar su familia con principios y valores.”

1. A LA MUJER LE CORRESPONDE UNA LABOR FUNDAMENTAL: EDIFICAR (Proverbios 14:1)

1.1. Para edificar es necesaria la sabiduría. Ser sabia implica:

· Buscar a Dios constantemente.

· Tener una clara visión de su papel y lo que quiere.

· Dar ejemplo es su tarea fundamental.

· Pedir ser guiada por Dios

1.2. Edificar su relación matrimonial

· Es comprensiva

· Es amorosa (no descuida a su esposo, a pesar de los hijos)

· Es tolerante

· Es femenina

· Cumple su rol como esposa

1.3. Construye una excelente relación con sus hijos

· Vela por su bienestar

· No tiene preferencia

· Da justa medida de amor y disciplina

2. LO CONTRARIO DE EDIFICAR

2.1. Tomar decisiones insensatas

2.1.1. En su matrimonio: Violando los mandatos matrimoniales establecidos por Dios

2.1.2. En relación con sus hijos:

· Crear rivalidades

· Demostrar preferencia

2.2. Actuar con egoísmo

· Piensa en su bienestar personal únicamente

· Deshonrar a Dios dentro de su hogar

3. ES TIEMPO DE MIRAR COMO ESTA NUESTRA FUNCION

¿Están mis acciones construyendo?

¿Están mis acciones destruyendo?

Es hora de tomar una decisión (Efesios 5:15)

APLICACIÓN TEOTERAPICA

Nuestro papel como mujeres es edificar nuestro hogar. No estamos llamadas a imponer nuestro criterio o ser quien dice la última palabra; sino que estamos llamadas a ser articuladoras con cada uno de los miembros de nuestra familia.

A través de la oración, la prudencia, la comprensión y el amor, lograremos ser esas mujeres, esposas y madres que nuestra familia y sociedad están necesitando. Es una tarea que solamente podemos desarrollar con la ayuda de Dios.