“Abrid las puertas y entrará la gente justa, guardadora de verdades” (Isaías 26: 2)
Uno de los más grandes privilegios que Dios le da al hombre cada año, cada día o aún cada instante, es la capacidad de volver a comenzar. ¿Qué sería de nosotros si no tuviéramos la oportunidad de hacer un alto para evaluar nuestro camino, tomar correctivos o aplicar estrategias que nos hagan más efectivos y nos lleven a vivir mejor? Todo ser humano anhela prosperar y los propósitos de Dios no son distintos. Él quiere bendecirnos y llevarnos de gloria en gloria y de victoria en victoria.
Ya pasó un año con todos sus aciertos y sus desaciertos, con sus triunfos pero también con sus fracasos, con las buenas acciones pero también con los errores.
Sin embargo, he aquí un ofrecimiento de nuestro Padre a quienes quieren abrir y pasar por “la puerta” que trae bendición, Puertas de Acceso a”:
· La Salvación
· La Sanidad
· La Liberación
· La Restauración Familiar
· La Prosperidad
· La Fructificación
“Puertas de bendición” que siempre se abrirán para:
· Todo aquel que como dice la Biblia, es guardador de las verdades de Dios en su corazón.
· Aquellos que conociendo la verdad de Dios, son libres y ya no viven como esclavos.
· Aquellos que no viven según la lógica o la razón, sino según la verdad de Dios revelada en su Palabra.
· Aquellos que en lugar de albergar en su corazón las mentiras del mundo, guardan y viven las verdades de Dios.
Seguramente se preguntará: Pero ¿cuáles son las verdades? Pues son todas las promesas y mandamientos contenidos en su Palabra, como aquella que nos dice que usted y yo somos su especial tesoro, o que Él estará siempre con nosotros, que Él es nuestro refugio, etc., que Él es nuestro escudo, que somos benditos y de bendición…
Usted que me está leyendo en este momento, tal vez esté viviendo alguna situación que no le permite tener paz en su corazón, o como muchas personas, cree que todas las puertas se le han cerrado y no ve esperanza alguna. Ante esta situación yo le digo: Si ha llegado a este punto, lo primero que debe hacer es dejar de vivir según su realidad y segundo, empiece a vivir según la verdad de Dios para su vida, la cual es agradable y perfecta. Para usted en este momento hay dos opciones:
·1.Creerle a Dios para que su vida cambie.
2. Seguir viviendo lo mismo: haciendo las mismas cosas, teniendo las mismas experiencias y obteniendo los mismos pobres resultados; sintiéndose impotente frente a los retos y desafíos de la vida, sintiendo que nada es alcanzable y de esta manera cerrar su mente y su corazón para la soberanía de Dios sobre su vida.
Hijitos e hijitas de Dios, esta no es la vida que Dios quiere que vivamos; permitan que el Espíritu Santo abra las puertas de bendición y entre por ellas.
Ábrase a la revelación de Dios, así como se abrieron los grandes hombres y mujeres de Dios (Romanos 4: 18-21), que:
· Creyeron en esperanza contra esperanza y llegaron a ser conforme a lo que se le había dicho.
· No se debilitaron en la fe al considerar, lo que veían ni lo que oían y menos aún lo que sentían.
· No dudaron por incredulidad de la promesa de Dios, sino que se fortalecieron en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencidos que Dios es poderoso y fiel para hacer todo lo que ha prometido.
· Fortalecieron la fe dando gloria a Dios.
· Estuvieron plenamente convencidos de que Dios era poderoso para cumplir lo que había prometido.
Estos hombres dice la Escritura (Hebreos 11: 13-16), “Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra… Pero anhelaban una patria mejor, esto es celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos, porque les ha preparado una ciudad”
Todos ellos entendieron que el secreto estaba en permitir que la presencia de Dios gobernara sus vidas y así el Espíritu Santo les dirigiera a toda la verdad y les permitiera cumplir la voluntad del Hijo y así la del Padre. Elías decía: “Vive Jehová, en cuya presencia estoy”.
APLICACIÓN
El Señor es la Puerta (“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida…, Yo soy la puerta”) por donde puedo entrar al conocimiento del Padre y de las riquezas de su Reino. El es el único que nos puede ayudar y guiar para que siempre vivamos disfrutando de la bendición, y también nos ayudará para seguir sus preceptos y hacer su voluntad.
Génesis 12: 2, 3: “Haré de ti una nación grande, te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y los que te maldijeren maldeciré, y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”
Génesis 15: 1: Yo soy tu escudo y tu galardón será sobremanera grande”
Génesis 17: 1: “Yo soy el Dios Todopoderoso, anda delante de mí y se perfecto. Y pondré mi pacto entre mi y ti, y te multiplicaré en gran manera”
Génesis 22: 15: “Por mi mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar, y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz”.
Éxodo 33: 14: “Mi presencia irá contigo y te daré descanso”.
Josué 1: 5-9: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés estaré contigo, no te dejaré ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente…”
Isaías 43: 1-7, Isaías 44: 1-5, Isaías 54: 1-8, Jeremías 29: 11, Ezequiel 36: 25-32, Juan 14, 15, 16 y 17 y Hechos 1: 8.
APLICACIÓN TEOTERAPICA
El secreto es permitir que en mi cuerpo que es el contenedor del ser tridimensional y templo del Espíritu Santo, sea El mismo que me gobierne, me dirija, me unja, me llene con su presencia que es la presencia del Dios que los cielos de los cielos no le puede contener. Que se manifieste esa llenura de su presencia en el fruto del Espíritu Santo, (Gal.5:22-24) que es el mismo carácter de Cristo. Y que sea esa vida en el Espíritu la que me de descanso, éxito, bendición, fructificación, sanidad, liberación, restauración, prosperidad integral. Un hombre de fe es un hombre lleno de la presencia de Dios, lleno del Espíritu Santo. La presencia de Dios es lo único y el todo para un hijo de Dios así tendrá el poder del Espíritu Santo. para conquistar lo que El le ha entregado.
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