NUESTRO PASO A UN NUEVO AÑO DEBE SER CON LA ACTITUD CORRECTA



Introducción:

El año viejo y el comienzo de otro, ha sido para muchos a través de las edades, la frontera que marca la pauta entre un pasado y un futuro; la línea que divide lo antiguo de lo nuevo, un punto de partida para cambios, propósitos y fijación de metas, deseos o anhelos.

En la mitología romana, existía un dios  llamado “JANO”, en latín “JANUS”, que tenía dos caras; una mirando hacia delante y otra mirando hacia atrás. Era el dios de las puertas, (entradas) de los finales y  de los comienzos. De allí viene el nombre en inglés para el primer mes del año: January.

A él lo invocaban y honraban quienes iniciaban un nuevo proyecto, los que contraían matrimonio o cuando nacía un bebé. Era el dios de la transición y de los cambios.

El apóstol Pablo, estaba familiarizado con la mitología romana; según dicen, escribió la epístola a los filipenses desde la cárcel en Roma. Y no sería extraño que cuando escribe: “olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante”, lo hiciera tomando en cuenta la figura de Janos, conocida por todos. Examinemos cuál debe ser nuestra actitud correcta al despedir un año y dar la bienvenida a uno nuevo.

Dios dice, por medio del apóstol Pablo, cuál debe ser la correcta actitud con la que debemos despedir el año viejo y recibir el año nuevo. Una cosa hago….

1. OLVIDANDO LO QUE QUEDA ATRÁS

-Posiblemente fracasos  -Quizás relaciones rotas -Tal vez la pérdida de un ser querido
-Seguramente pruebas -Algunos pasaron por el valle de sombra de muerte -Otros atravesaron un desierto -Algunos fueron tentados -Otros cedieron a la tentación
Dice Isaias 43:18-19
"18 No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. 19 He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad".

El año viejo usted lo va a dejar atrás lo quiera o no lo quiera; así debe ser con sus recuerdos o malas experiencias. No traiga sus fracasos, pecados, defectos de carácter o malograda vida al nuevo año, olvídalos, déjelos atrás junto con el año viejo.

2. EXTENDIÉNDOME A LO QUE ESTA DELANTE

Dejar lo que queda atrás, 365 días o 12 meses, no es suficiente. Debemos esforzarnos por vivir lo que tenemos por delante, 52 nuevas semanas. Y para asegurarnos un año de victoria en nuestra vida, debemos extendernos a lo que viene por delante tomando en cuenta...No alejarnos de la presencia de Dios.
Cuando el pueblo de Israel llegó a la frontera que separaba el desierto de la Tierra Prometida, antes de cruzar el río Jordán, Dios les dió un consejo, Josué 3:1-4

Es un camino completamente nuevo, por eso, así como el pueblo debía marchar detrás del arca con la presencia de Dios, así también cada uno de nosotros debe extenderse al año que está por delante siguiendo cada día a nuestro Señor Jesucristo.

APLICACIÓN TEOTERAPICA

Hemos entrado a un año nuevo, y si usted todavía no ha  dejado atrás al viejo año, una cosa haga: olvídese de lo que dejó atrás y extiéndase a lo que está por delante. No se aparte del camino de Dios, siga en pos de su presencia, propóngase crecer y servir a Dios más que el año anterior y confíe su vida y la de los suyos al cuidado de Dios. ¡Que tenga el mejor año de su vida! 

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