VISIÓN DE MAMA JERUSALEN





INTRODUCCIÓN

Como familia con cultura, linaje, lenguaje y casta sacerdotal, el Señor nos ha permitido entender que la Visión Mundial y la Gran Comisión, se inicia en Israel, "El lugar de los Pactos y las Promesas", y el lugar para tener un encuentro especial , un verdadero cara a cara con el Señor. 

Es cierto que podemos acercarnos a El en cualquier momento y en cualquier lugar, pero hay promesas específicas para aquel que con una Visión Espiritual y sobre la base de las promesas de la Biblia, se da una cita especial con Su Papá Dios en Su propia Casa.  Miles de personas hemos tenido la oportunidad de hacer realidad La Biblia:  
"Y también al extranjero que no fuere de tu pueblo Israel  que hubiere venido de lejanas tierras a causa de tu gran Nombre y de tu mano poderosa y de tu brazo extendido, si viniere y orare hacia esta casa, tu oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y harás conforme a todas las cosas por las cuales hubiere clamado a tí el extranjero; para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman, así como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es invocado en esta casa que yo he edificado"   (II Crónicas 6:32-33).

Y dentro del marco profético, dice la Palabra de Dios:  "Así ha dicho Jehová de los ejércitos: aún vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades; y vendrán los habitantes de una ciudad a otra y dirán:  Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré.  Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová.  Así ha dicho Jehová de los ejércitos:  En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo:Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros"  (Zacarías 8: 20-23.).

Israel es el escenario de los Pactos y las Promesas, es el lugar del compromiso por excelencia, y es un acto de fe, salir cual Embajadores de nuestro país, a encontrarnos con el Dios de Israel, para regresar no solo a asumir mayor compromiso con nuestra tierra, sino para seguir " viendo el bien de Jerusalén todos los días de nuestra vida" (Salmo 128:5.).

la ICT siempre se ha caracterizado por ser  una "Gran Familia", donde  enfatizamos tres fundamentos que son la base de nuestra fe cristiana y que nos llevan a identificarnos más como familia:  Un Padre (Dios), unos hijos (nosotros) y una madre (Jerusalén).  Dios expresa claramente Su Maternidad a través de Su Amada Jerusalén (Isaías 66: 10-14.).  Este pasaje revela claramente las características exclusivas de una madre, tales como:  proveer gozo, amamantar, satisfacer, mimar, consolar, cuidar, etc.  Como madre prepara el corazón de su hijo para ser un hombre de éxito.

Como madre sabia le enseña a disfrutar del Padre.  La madre ministra al hijo; El Padre provee a través de la madre: consolación, satisfacción, prosperidad, etc.  Papá ministra en los brazos de mamá. Aquí está el secreto para vivir siempre bendecidos de manera muy especial. Como Cruzada vemos la bendición y la prosperidad; por esta razón siempre como visión, iremos de la mano de mamá Jerusalén.

Por consiguiente, es allá a donde debemos dirigir nuestra mirada. pues  hay una bendición especial para aquel que pone su mirada allá; la Biblia claramente nos dice : "Bendígate Jehová desde Sión y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida..." (Salmo 128:5.).

"Jehová te bendiga en el día del conflicto; el nombre del Dios de Jacob te defienda.  Te envíe ayuda desde el santuario y desde Sión te sostenga" (Salmo 20:1-2.).

"Desde Sión te bendiga Jehová..." (Salmo 134:3.).

Los seres humanos tenemos la tendencia a buscar donde dirigir nuestra mirada cuando queremos trascender espiritualmente;  El rey David, como ejercicio espiritual dirigió su mirada a los montes: "Alzaré mis ojos a los montes de donde vendrá mi socorro, mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra". (Salmo 121:2-3).

De toda la inmensidad del mundo, Dios escogió un lugar:  Jerusalén, situado en el Oriente para que dirijamos nuestra mirada allá, la escogió para que en ella esté Su Nombre (II Crónicas 6:66.).  Nos la dió como madre que nos espera para tomarnos en sus brazos.

Por consiguiente, si estamos seguros que el Señor nos bendice desde Sión, vamos a contemplar cuatro aspectos para definir nuestra visión de Jesusalén:

1.     NECESITAMOS ORIENTAR NUESTRA FE; Y CUANDO BUSCAMOS  
      HACERLO, VEMOS QUE LA FE NACE EN EL ORIENTE.

"Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entro en su casa, y abiertas las puertas de su cámara, que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día y daba gracias delante de Dios, como solía hacerlo antes" (Daniel 6:10.).

¿Qué hizo Daniel cuando supo que el Edicto había sido firmado? ¿Hacia dónde oraba? Daniel tenía claro que la bendición del (Salmo 20:1-2.) se recibe desde el momento en que se conecta con JerusalénEn el sentido más exacto revelacional, el sol sale para nosotros desde el Oriente, y nos trae luz, calor y vida. La señal del Rey está en el Oriente (Mateo 2:2.).

2. CUANDO TODOS ANDAN BUSCANDO "UN NORTE" NOSOTROS DEBEMOS   ENCONTRARNOS CON EL ORIENTE.

Debemos mirar hacia Jerusalén (Isaías 33:20.).
¿Por qué debemos hacerlo?
Porque allá nace la visión, la revelación (Isaías 2:2-3.).

APLICACIÓN TEOTERAPICA

En el transcurso de los siglos la Palabra de Dios, la Ley de Dios se ha visto influenciada por la acción de los hombres; es como un río conta-minado que a medida que avanza sigue recibiendo contaminación; pero ese mismo río en la cuenca, en el lugar donde nace, allá en la cañada, en su origen, tiene su agua limpia y cristalina.  Si queremos tener un auténtico encuentro con Dios y su Palabra, tenemos que remontarnos al lugar mismo de donde sale y nace la Ley y la Palabra de Jehová.

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